BILBAO, 11 Dic. (EUROPA PRESS) -
Los maestros pasteleros del Gremio de Pastelería Artesana de Bizkaia preparan más de seis toneladas de turrones para esta Navidad, entre los que destaca el Sokonusko, variedad propia de Bilbao "con más de 100 años de historia".
Los obradores del gremio vizcaíno están funcionando, a través de varios turnos, de forma ininterrumpida prácticamente 24 horas al día para llegar a tiempo a las comidas y festejos navideños con una gran variedad de turrones.
"Nosotros preparamos nuestro turrones con mimo, dedicación e ingredientes de la zona de primera calidad. Detrás de cada postre hay un gran trabajo para satisfacer a un cliente cada vez más exigente
que busca nuevos productos y sabores. Por todo ello, desde el Gremio de Pastelería Artesana de Bizkaia queremos animar a todo el mundo a que deguste alguno de nuestros productos navideños y endulcen sus momentos más especiales", han indicado desde el gremio.
Entre la variedad de turrones que se elaboran para esta Navidad, destaca, por ser originario de Bilbao, el Sokonusko. El postre, con más de 100 años de historia, había caído en el olvido, pero el gremio desde hace unos años ha puesto en marcha una iniciativa para recuperarlo.
El origen de esta variedad de turrón se ha ido transmitiendo de forma oral entre los pasteleros de Bizkaia. Así, la historia relata que a principios del siglo XVII, un vizcaíno llamado Iñigo Urrutia viajó hasta México en busca de la ciudad de El Dorado. Urrutia no encontró la localidad legendaria, pero, durante su viaje por la zona de Chiapas, al llegar a la localidad de Santa Ana de Soconusco entró en contacto con el árbol del cacao.
Urrutia vio en el producto, que en Europa era una novedad gastronómica, una buena oportunidad de negocio y, ya que su familia regentaba un negocio de dulces, decidió traerlo a Bilbao, donde experimentaron con muchas fórmulas y mezclas, y pronto comenzaron a usarlo para rellenar pasteles. Años más tarde, los nietos de estos pasteleros fabricaron un nuevo turrón al que llamaron Turrón de Sokonusko -hoy conocido como Sokonusko-, en honor a la región de la que procedía el cacao.
