El sociólogo Javier Elzo afirma que "la legitimación de ETA sigue siendo muy fuerte" en la población escolar

Actualizado: domingo, 18 abril 2010 17:11

Cree que las instituciones públicas educativas deben impulsar el debate sobre la violencia terrorista en las aulas

BILBAO, 18 Abr. (EUROPA PRESS) -

El sociólogo vasco Javier Elzo afirma que "la legitimación de ETA sigue siendo muy fuerte en una proporción nada desdeñable de la población escolar", y que ésta proviene "fundamentalmente de la familia y de los amigos", y, en tercer lugar, "de la escuela". Además, consideró que las instituciones públicas educativas deben impulsar el debate sobre la violencia terrorista en las aulas.

Elzo, que realizó el informe que sirvió de base para el documento del Ararteko que apuntaba que el 15 por ciento de los jóvenes vascos justifica la violencia de ETA, señaló que "la sociedad quedó sobrecogida, y con razón, ante la contundencia y gravedad de los datos que demuestran la persistencia de la legitimación de ETA en amplios porcentajes de los menores vascos".

"Pero no llegó apenas a enterarse de la tolerancia ante la conculcación de determinados derechos en el ámbito más amplio de la violencia relacionada con la dimensión política", apuntó en un artículo escrito en el último número de la revista 'Bake Hitzak' (Palabras de paz) de Gesto por la Paz, recogido por Europa Press.

Por ello, resaltó que "la legitimación de ETA sigue siendo muy fuerte en una proporción nada desdeñable de la población escolar". "Esta legitimación proviene básica y fundamentalmente de la familia, así como del grupo de amigos, y en tercer, pero no desdeñable lugar, de la escuela", subrayó.

Además, señaló que también "la legitimación de torturas y malos tratos, así como el no reconocimiento de los derechos humanos en los presos de ETA son apoyados por un importante porcentaje de escolares vascos".

Tras precisar que no equipara a víctimas y victimario, destacó que las víctimas "tienen derecho al reconocimiento y apoyo social en todos los órdenes", mientras que los victimarios, "una vez detenidos, deben saldar sus deudas en la forma en que decida la Justicia". "Pero todos son personas humanas, víctimas y terroristas, y, como tales, sujetos de los derechos inviolables e inalienables a toda persona humana", dijo.

INSTITUCIONES EDUCATIVAS

A su juicio, las instituciones públicas educativas deben impulsar el debate sobre la violencia terrorista en las aulas, y recordó que el informe del Ararteko "muestra claramente la absoluta necesidad de educación ética en este punto, basada, entre otros registros, en los derechos inalienables de la persona humana".

En este sentido, consideró que desde la escuela se tiene que hacer un planteamiento global de rechazo a la violencia y también debe abordar "específicamente" la violencia terrorista de ETA. "El discurso debe ser deslegitimador, tanto de las opciones que propugnen, toleren o callen ante el terrorismo de ETA, así como ante los malos tratos y torturas de los detenidos", señaló.

No obstante, señaló que la escuela puede modular "menos" la visión que los adolescentes tienen de la violencia que la familia y los amigos, y dijo que "la escuela apenas les dirá nada nuevo si se limita a relatar el daño padecido". "Afortunadamente, ya hemos dejado atrás los años de plomo y silencio ante las víctimas del terrorismo de ETA", aseveró.

Asimismo, advirtió de que podría ser "contraproducente si el discurso es meramente reivindicador de la propia idea política y denigratoria de la del victimario".

En su opinión, la experiencia puede ser "muy positiva si la víctima se presenta diciendo lo que ha sufrido, sin tapujo alguno, a la par que muestra que no vive para ser víctima y recordarla en cada momento".

"Y si, además, cabe la opción personal del perdón, entonces la puerta a la reconciliación es posible, a condición de que el victimario reconozca el daño causado. Situada la intervención en este plano, creo que más de uno o dos adolescentes por aula, quedarán impactados por dentro", dijo.

El sociólogo vasco apuntó que la aportación de las asociaciones de víctimas en el programa de Educación para la Paz "puede ser enorme", y reconoció que, para poder lograr "la reconciliación, "harán falta muchos años y décadas". En este punto, puso como ejemplo "dónde está todavía el reconocimiento a las víctimas que perdieron la Guerra Civil".