BILBAO, 27 Abr. (EUROPA PRESS) -
Sólo un 27 por ciento de las empresas de Bizkaia emplea a las personas con discapacidad, según un informe sobre la contratación de personas con discapacidad en Bizkaia realizado por CIDEC y hecho público por Lantegi Batuak.
El estudio precisa que el perfil tipo de la persona con discapacidad que trabaja en la empresa de Bizkaia es un hombre, de entre 25 y 45 años, con contrato indefinido y un trabajo poco cualificado.
El informe recuerda que las empresas de 50 o más personas empleadas deben contar en su plantilla con un 2 por ciento de personas con discapacidad, y, sin embargo, esta obligatoriedad "se incumple en el 59 por ciento de los casos".
El sondeo analiza el número, tamaño y sector de las empresas con alguna persona con discapacidad en su plantilla, el grado de cumplimiento de la legislación y, en su defecto, las medidas alternativas adoptadas por parte de las empresas. También recoge los motivos esgrimidos para la contratación o no de este tipo de personal o su grado de conocimiento de los programas de inserción laboral existentes.
Los resultados indican que el 27,6 por ciento de las empresas de Bizkaia cuenta en su plantilla con alguna persona con discapacidad contratada, frente a un 72,4 que no efectúa este tipo contrataciones. El 59 por ciento de las empresas de 50 o más trabajadoras o no cuenta con un 2 por ciento de su plantilla cubierto por personas con discapacidad cuando, salvo excepcionalidad, debería ser así.
Las empresas que optan por medidas alternativas se decantan, principalmente, por la realización de un contrato mercantil o civil con un Centro Especial de Empleo. No obstante, el 67,7 por ciento de las empresas obligadas a ello "no han llevado a cabo ningún tipo de medida alternativa", recoge el informe.
El perfil tipo de la persona con discapacidad que trabaja en las empresa de Bizkaia es hombre, de entre 25 y 45 años (en el 53 por ciento de los casos), con contrato indefinido (en el 89 por ciento de los casos, una cuota superior al 79 por ciento del conjunto de la población), y con un trabajo poco cualificado.
El estudio afirma que no existe una relación "significativa entre el tamaño de la empresa y el porcentaje de personas con discapacidad contratadas. Por sectores de actividad, la industria manufacturera es la que más personas con discapacidad contrata en Bizkaia, con un 25 por ciento del total del empleo generado. Además, las empresas de 50 o más personas en plantilla son prácticamente las únicas que emplean a personas con discapacidad intelectual.
MÁS MUJERES
El 61 por ciento de las personas con discapacidad contratadas en Bizkaia son hombres, por un 39 por ciento de mujeres, lo que supone seis puntos de diferencia con respecto al conjunto de la población ocupada en Euskadi.
Los responsables del informe destacan, como principal conclusión, que Bizkaia, al igual que en el conjunto de la Comunidad autónoma y en el conjunto estatal, "todavía queda un largo camino que recorrer para que las personas con discapacidad accedan al mercado de trabajo, y para que lo hagan en igualdad de condiciones". Además, precisan que "en el caso de las mujeres y del colectivo de personas con discapacidad intelectual y enfermedad mental, esta dificultad de integración laboral es más acusada si cabe".
A su juicio, el "importante protagonismo" del empleo protegido en Bizkaia, no contabilizado en el estudio, es "un factor determinante a tener en cuenta". "Sin su presencia en la actividad económica del territorio, los datos sobre la integración de las personas con discapacidad en las empresas serían más desfavorables", afirman.
Además, consideran que la legislación vigente (LISMI) sigue teniendo, 30 años después de su aprobación, "escaso poder coercitivo y sancionador", cuya consecuencia directa es "un grado de cumplimiento escaso". Por otro lado, creen que "aún se está lejos de una cultura integradora, y gran parte de las cifras de integración son consecuencia de la obligatoriedad y no de un compromiso inclusivo del tejido empresarial".
También destacan la necesidad de "un mayor esfuerzo" en la difusión e información sobre los programas de inserción laboral existentes, "y del propio cumplimiento de la ley por parte de las empresas", un hecho "más que nunca necesario para fomentar líneas de actuación que ayuden a vincular las políticas de innovación social e inclusivas con la competitividad". En este sentido, estiman "prioritaria" una colaboración "más estrecha" entre organizaciones sociales, empresas y administración.
