Urkullu afirma que los delitos a los imputados tienen una "especial reprobación pública" que requerían "acción decidida"

Actualizado: jueves, 1 abril 2010 13:04

Dice que les correspondía adoptar unas medidas "prudenciales" que salvaguarden el proyecto político de PNV y la dignidad de la política

BILBAO, 1 Abr. (EUROPA PRESS) -

El presidente del EBB del PNV, Iñigo Urkullu, afirma hoy que los delitos que se imputan en el presunto caso de corrupción en Álava tiene una "especial reprobación pública" que requerían de "una acción decidida y ejemplarizante".

En un artículo publicado, en el diario El Correo y, recogido por Europa Press, se refiere, de esta manera, al presunto caso de corrupción en Alava y la imputación de ocho personas vinculadas al PNV por delitos de cohecho, blanqueo de capitales y tráfico de influencias. Entre los imputados se encuentran el diputado de Administración Local alavés, Alfredo de Miguel, y el miembro del ABB, Aitor Telleria, que tuvieron que presentar la dimisión de sus responsabilidades.

Urkullu asegura las medidas impulsadas y adoptadas por los representantes de PNV y el PNV han sido "inmediatas y severas", pero afirma que les movían a ello "razones de prudencia política teniendo en cuenta la gravedad de las imputaciones".

El líder jeltzale manifiesta que desconocen el curso que vayan a seguir los acontecimientos y expresa su deseo de que "todo se aclare con la mayor rapidez y con las adecuadas garantías para los implicados". "No nos corresponde juzgar la veracidad de las acusaciones que ha formulado el fiscal sino adoptar unas medidas prudenciales que salvaguarden no tan sólo el proyecto político del PNV, sino la dignidad misma de la política", señala.

Urkullu indica que habría sido "más cómodo no hacer nada y esperar que los tribunales resolvieran el asunto". Añade que el tipo de delito que se imputa tiene "una especial reprobación pública y sólo se combate desde una acción decidida, cautelar y ejemplarizante que pueda ser entendida por la ciudadanía".

"Deseamos la pronta instrucción del caso, la posibilidad de la mejor defensa para las personas imputadas, así como la debida prudencia y cautela en cuantas opiniones, rumores y conjeturas que, sin fundamento alguno, afectan a la presunción de inocencia que toda persona tiene derecho", añade.

Urkullu afirma que este modo de proceder "no es coyuntural" porque, además del Código Penal, "la guía para nosotros es el código ético que es mucho más estricto". "Y estoy en condiciones de asegurar que así actuaremos en todo momento, en coherencia con esa trayectoria histórica a la que he hecho referencia, por servicio a este país y en consonancia con nuestras convicciones políticas. Nos jugamos algo más que los intereses de unos y de otros; nos jugamos los principios", añade.

"RAPIDEZ Y CONTUNDENCIA"

Asimismo, subraya que han sido "muy positivas" la mayor parte de las reacciones que se ha dado respecto a las decisiones del PNV ante este caso. En este sentido, cree tener la impresión de que la sociedad vasca "ha entendido bien" que la "rapidez y contundencia" eran la respuesta "correcta" ante unas actuaciones que, "de confirmarse -y ojalá que no en ningún caso, ni el personal ni por supuesto en la relación con el partido-, son absolutamente intolerables y no admiten la menor tolerancia".

El dirigente jeltzale maniesta que algunos, aunque "muy pocos y muy interesadamente", han interpretado su reacción como "algo oportunista y en función de los cálculos electorales". Sin embargo, asegura haber percibido en la sociedad vasca una aprobación del modo de proceder, aunque sólo sea "por contraste con otros casos similares en los que ciertos partidos mantienen unas actitudes de complicidad o silencio".

"Lo que estamos valorando ahora son cuestiones de principio, no se trata de asegurar la gobernabilidad de una institución concreta o de aprovechar esta situación para cambiar el gobierno, como ha exigido el PP, que deja así pasar una ocasión para que los políticos dejemos de vincular estos casos, supuestos o no, con nuestros intereses partidistas y demos una respuesta de grandeza política", añade.

RAZONES DE COHERENCIA

Urkullu indica que han actuado, como lo han hecho por "razones de coherencia histórica, por servicio a las instituciones y de acuerdo con una concepción ética de la política".

El presidente del EBB, aludiedo a razones biográficas, destaca que pertenecen a una generación que recogió el legado político de una serie de personalidades que han sido "toda una referencia". "Saberse en continuidad con la tarea de personas de la talla de Agirre, Landaburu, Irujo, Ajuriagerra, Rezola, Leizaola, y tantos y tantos, nos ha llevado a formarnos un concepto de responsabilidad política muy exigente", asegura.

También señala que el nacionalismo ha sido, para el PNV, "una escuela de generosidad y compromiso" y afirma que ésta es la primera razón que explica su "inmediata reacción". En este sentido, destaca que, cuando se tiene alguna responsabilidad en relación con esa historia, "uno siente que no tiene el derecho de manchar esa trayectoria ejemplar".

El líder jeltzale asegura que su partido ha entendido la nación vasca "como algo por lo que había que trabajar, por lo que se podía incluso perder la vida, pero nunca como una excusa para matar o como una oportunidad de enriquecimiento personal".

Asimismo, destaca que hay otra razón adicional para cuidar "al máximo las exigencias éticas" de la política y es que les ha costado "mucho esfuerzo" conseguir unas instituciones en las que se realice, "al menos parcialmente", su voluntad de autogobierno como "para mancharlas ahora con la supuesta corrupción que pudiere incluso estar asociada a nuestro partido".

"El compromiso del PNV con Euskadi es un compromiso con su sociedad y sus instituciones, gracias a las cuales podemos defender el euskera, ejercer el autogobierno en muchos ámbitos y trabajar desde la cercanía en beneficio de la sociedad vasca.

Por supuesto que no somos los únicos en haber traído estas instituciones, pero el impulso que hemos dado a la institucionalización del país ha sido tan definitorio de nuestro modo de hacer la política que no tenemos derecho a que esas conquistas colectivas queden a merced de ni siquiera supuestos intereses particulares, añade.

Urkullu asegura que conciben la política como una actividad al servicio de la ciudadanía, una actividad "sacrificada en ocasiones, transparente y honesta siempre". Por ello, señala que, como la mayor parte de representantes públicos vascos, no entiende "el ejercicio de la política más que como servicio".

"¿Cómo puede extrañarnos que haya un creciente desapego hacia la política cuando los representantes políticos damos, o podemos dar, la impresión de jugar un juego interesado que incluye tanto la complicidad con los nuestros como la dramatización con los errores ajenos únicamente cuando nos conviene? Si queremos dignificar la política y que la ciudadanía la respete, se implique y comprometa, estamos obligados a revisar muchas de nuestras prácticas habituales, no sólo los casos de corrupción", concluye.