Advierte de que su formación "acatará la legalidad" respecto a la consulta, porque es "consciente del contexto de cada momento"
BILBAO, 13 Jul. (EUROPA PRESS) -
El presidente del EBB del PNV, Iñigo Urkullu, insistió hoy en la necesidad de que ETA declare un alto el fuego definitivo, algo que, según recordó, su formación reclama desde el 30 de diciembre del 2006, con el atentado de la T-4 de Barajas en el que murieron dos personas, por lo que negó que los jeltzales estén negociando, en la actualidad, una nueva tregua con ETA.
Además, en una entrevista en el Diario Vasco, recogida por Europa Press, Urkulu insiste en que el PNV "acatará la legalidad" en caso de una suspensión de la Ley de la consulta por parte del Tribunal Constitucional, porque el partido jeltzale es "consciente en cada momento de cuál es el contexto".
El presidente del PNV explica que se analizarán los pasos a dar o que vayan a ser "puestos en común con los partidos, salvo EHAK", pero acatando la legalidad, al margen de llamamientos a la desobediencia civil de partidos como EA, que "respeta, pero no comprometen" a los jeltzales.
"Uno puede lanzar cuatro titulares atractivos para la sal gorda, pero a nosotros nos corresponde gestionar ese proceso desde las instituciones con la máxima responsabilidad. No vamos a hacer fuegos de artificio", añade.
Urkullu advierte al presidente del Gobierno central, José Luis Rodríguez Zapatero, de que debe tener "responsabilidad de estadista" porque "puede encontrarse con un conflicto de identidades nacionales, tanto en Euskadi como en Cataluña", un escenario que "no gusta" al PNV y que la sociedad vasca no quiere.
Respecto a la postura de la sociedad, señala que "no hay una correspondencia entre el dramatismo" de los partidos, "consecuencia del no del PP y del PSOE", y el posicionamiento de la ciudadanía.
En cuanto a un posible clima electoral y preguntado por si desearía una situación similar a la de las autonómicas de 2001, en las que Jaime Mayor Oreja era cabeza de lista del PP, rechaza que se esté buscando volver a ese escenario, porque "sería volver a las trincheras que tanto el PSOE como el PP y UPN quieren".
SIN VICTIMISMO
En este sentido, rechaza que el PNV quiera recurrir al victimismo.
"La necesaria denuncia tiene que venir acompañada de una política responsable. Y el PNV es consciente de que está jugando en un terreno embarrado. No queremos hablar del 'monotema' permanentemente", añade.
Urkullu defiende que su partido se mantiene fiel a sus principios, siendo "consciente en cada momento de cual es el contexto" y buscando un acuerdo político integrador con los partidos.
Respecto a la postura del lehendakari, Juan José Ibarretxe, y la mantenida por el PNV, explica que el hecho de "que haya dos planos distintos no implica que haya divergencias" porque ambos son "conscientes" de la "responsabilidad" que ostentan.
Por otro lado, asegura que no se siente desautorizado a pesar de que él dijera que las preguntas de la consulta incluirían una condena expresa a ETA. "No fue así y no voy a entrar en las razones de por qué no fue así. Tengo la conciencia muy tranquila, personal y políticamente", remarca.
En cuanto a que esta ausencia de condena explícita suponga la búsqueda del apoyo de la izquierda abertzale, Urkullu cree que "al final, ese mundo hará lo que no sé quién decida", pero no decidirá según lo que el PNV le haya "puesto o no en bandeja". También reconoce que no le ha gustado el apoyo de EHAK a la Ley de consulta porque lo considera "un ejercicio de cinismo" para "hacer el menor daño posible a su mundo y el mayor al PNV".
En el escenario de una suspensión de esta ley por parte del Constitucional, afirma que están pensando en una "batería de medidas" porque en principio habría "un camino judicial a recorrer".
DIALOGO
Preguntado por el diálogo del pasado proceso de paz, advierte de que podría ser que "PSE y Batasuna pudieran incluso haber hablado para que en un escenario a corto plazo pudiera haber alternativas al PNV en el gobierno", cuestión que considera legítima, mientras que rechaza que hoy se niegue el diálogo" y se mantenga el "bloqueo político".
Urkullu indica que una nueva mesa de diálogo debe plantearse con "luz y taquígrafos, con sanción parlamentaria", aunque remarca que el PNV "no está negociando" con ETA, a la que, desde el 30 de diciembre de 2006, desde el atentado de Barajas, está exigiendo un alto el fuego definitivo.
En esta ausencia de negociaciones con la banda terrorista, añade que no le consta que haya existido una 'minitregua' con motivo de la aprobación parlamentaria de la Ley de consulta. En estas semanas, subraya, "ha seguido habiendo cartas de extorsión o actos de violencia contra el PNV".
"Creo que hay una interpretación interesada por parte de algunos de imputar supuestamente o dejar la sombra de duda de que el voto de EHAK es consecuencia de un clima determinado o de que ETA pudiera haber favorecido la aprobación de la Ley de Consulta", agrega.
Sobre una gran coalición por el derecho a decidir, Urkullu asegura que "puede hacer correr el riesgo de pensar en el envoltorio" y " a la sociedad vasca hay que ofrecerle proyectos claros".
