MÉRIDA, 8 Jul. (EUROPA PRESS) -
El artista cacereño Hilario Bravo mostrará desde mañana jueves en el Patio Noble de la Asamblea de Extremadura la exposición 'ut NatuRa, una visión del paisaje'.
La muestra será inaugurada mañana jueves a las 12,00 horas en un acto al que asistirá el vicepresidente primero de la Asamblea de Extremadura, Luciano Fernández, y el propio autor, según informa la Cámara extremeña en nota de prensa.
Nacido en Cáceres en 1955, Hilario Bravo pasó su infancia y los años de su adolescencia en San Sebastián, donde sus círculos artísticos le influirían en su modo de comprender el arte, aunque "siempre fue un pintor autodidacta que prefirió afrontar individualmente la actividad artística y plástica".
Ya en el año 1972 presentaría su primera exposición individual y ese mismo año asistió a los encuentros de Pamplona. Una de las lecturas decisivas para su formación icónico-plástica fue la Mitología vasca del padre Barandiarán, y en 1975 fue censurada una exposición del pintor realizada en el País Vasco, "por considerar que no seguía las normas básicas de respeto hacia el sistema público y social", señala la Asamblea.
En 1985 viajó a Alemania, un país del que algunos rasgos culturales y artísticos de este país provocaron "un impacto enorme en el espíritu creador del artista", explicó. Así, el autor quedó "impresionado por los apuntes de los grabadores alemanes y por la actitud rebelde e irracionalista del grupo expresionista Die Brücke (Heckel, Kirchner, Nolde) por su recuperación y re-interpretación del arte primitivo y por su libertad e inmediatez ligados más a lo intuitivo que a lo reflexivo".
De Alemania también admirará a algunos artistas que desarrollaron su estética bajo el estado de ánimo irónico y crítico de la Nueva Objetividad (George Grosz y Otto Dix) así como sus magníficas técnicas gráficas. También en Berlín tiene la posibilidad de contemplar al ballet nacional de Senegal, experiencia que avivó su inclinación por el arte moderno y por las artes primitivas.
Ya en el año 1989 estableció su residencia y su estudio en Montánchez (cáceres), y en 1992, se trasladó al casco antiguo de Cáceres, aunque desde 2002 reside y trabaja en Madrid, "lugar que se constituye para él como territorio de comunicación y entrecruzamiento de caudales estéticos, formados por amigos artistas, críticos, intelectuales, galeristas, marchantes, además de presentarse como un extraordinario circuito comercial", señala la Asamblea.
Tras todo ello, su obra se presenta hoy como la de "un pintor maduro, consolidado en el mundo del arte, con la aprobación y el favor de historiadores de arte, especialistas, críticos e intelectuales".
