MÉRIDA, 20 Sep. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Cámara Municipal de Idanha-a-Nova, Álvaro Rocha, se mostró partidario de dar un nuevo enfoque a la Feria Internacional Rayana clausurada hoy, en el que se aborden aspectos relacionados con el turismo de naturaleza.
El anfitrión de la presente edición del certamen, que se celebra alternativamente en este municipio portugués y en distintas comarcas de Extremadura, dijo que hay que aprovechar la trascendencia que ha tenido la Feria Rayana de este año para continuar fomentando "la unión entre dos pueblos que comparten intereses comunes en dos zonas desfavorecidas".
Según informó la organización de la feria en nota de prensa, en este sentido, las autoridades de Idanha-a-Nova son partidarias de aprovechar los recursos del patrimonio histórico-cultural y el turismo de naturaleza, tal y como se ha hecho con la organización de la octava Conferencia Europea de Geoparques.
La máxima autoridad de Idanha-a-Nova dijo que ambas zonas de La Raya "están atravesando un buen momento de cooperación" y aseguró que hay que captar el interés de, "aproximadamente, diez millones de consumidores potenciales" que se encuentran residiendo en ciudades que están a un espacio de dos o tres horas, como son Madrid, Oporto, Lisboa o Cáceres.
En este sentido indicó que "la autovía es fundamental para ello" y reconoció que "se han frenado inversiones por parte de grandes empresas debido a la mala situación de las comunicaciones".
"BUENA OFERTA HOTELERA"
Por su parte, el presidente de la Junta de Freguesía de Idanha-a-Nova, Antonio Lisboa, indicó que existe un potencial turístico de un nivel "excelente" en ambos lados de La Raya y se mostró satisfecho de la "buena oferta hotelera" que hay, y que hace posible la llegada de "turistas de naturaleza que buscan senderismo, rutas ecológicas y un cuidado patrimonio natural y arquitectónico".
Lisboa dijo que "el turismo extremeño es muy importante" para Idanha-a-Nova y que los valores con que cuenta la zona son cuatro piscinas municipales en el concejo y una rica gastronomía, así como la belleza de pueblos como Monsanto, Idanha-a-Velha o Salvaterra do Extremo.
