MÉRIDA, 23 Dic. (EUROPA PRESS) -
Los municipios pacenses de Alburquerque, Villar del Rey y San Vicente de Alcántara recibieron hoy las cenizas de represaliados durante la Guerra Civil pertenecientes a las tres localidades y sepultados hasta hace unos años en la mina de Valdihuelo, en el término municipal de San Vicente de Alcántara.
La incineración de los restos comenzó a las 11,00 de la mañana en el crematorio del Cementerio de la Soledad, de Badajoz, y fue a las 13,30 cuando los primeros ediles pacenses recibieron dichos restos.
Con esta entrega, según comentó el alcalde de Alburquerque, Ángel Vadillo, en declaraciones a Europa Press, se "ha culminado aunque no de forma definitiva" el proceso de recuperación de la memoria histórica de esta zona de la región, iniciada en parte por Rosa Casanovas, la hija del alcalde de la localidad en aquellas fechas, Martín Casanovas, e hija también de una de las fusiladas.
Informó Vadillo de que Alburquerque esperará hasta "la primavera" para rendir un homenaje a las personas represaliadas que descansarán junto a un monolito que recordará los nombres de toda0 las víctimas locales.
Según el alcalde, la idea es inaugurarlo en primavera para poder contra con la presencia de Rosa Casanovas, una de las personas que "más ha trabajado y luchado durante toda su vida" por la recuperación de la memoria de su madre.
Recordó también que las primeras exhumaciones en la mina de Valdihuelo comenzaron a finales de 2004 y principios de 2005 y, durante este tiempo, un equipo de expertos ha realizado trabajos de identificación e investigación en la zona, sin que pudieran concluir con la identificación individualizada de los restos, motivo por el que han sido incinerados juntos.
A este respecto resaltó los trabajos de identificación de los restos y de investigación de los desaparecidos realizados con el objetivo de que "sea fiel" la relación de nombres que contendrá el monolito, diferente en cada uno de los tres municipios.
De entre las historias de las víctimas, según indicó el alcalde, "sobresale" la de la esposa de Martín Casanovas que "ha conducido a conocer que era real lo que se ha contado y que allí-- en la mina de Valdihuelo-- había restos y que se fusilaba y masacraba" a personas.
De ella, informó Vadillo, que su "avanzado" estado de gestación-- seis meses--, no impidió que fuera fusilada; además resaltó que, junto a este caso, la investigación también ha recogido la existencia de niños fallecidos con 4 años y que se desconoce a qué localidad pertenecen. En el caso de Alburquerque, informó de que se tiene conocimiento de fallecidos de 16 y 17 años.
