Un bollo turco del Monasterio de Santa Ana de Badajoz participa en la Feria 'Los dulces del convento' de Bilbao

Actualizado: domingo, 11 mayo 2008 17:20

BILBAO/MÉRIDA, 11 May. (EUROPA PRESS) -

Un bollo turco con el aspecto de una enorme pizza elaborado por las monjas clarisas del Monasterio de Santa Ana de Badajoz participa en la Feria 'Los dulces del convento' que se desarrolla este fin de semana en el convento de la Encarnación de Bilbao.

La quinta edición de la Feria ha atraído a miles de personas que, desde el viernes, arrasan con los 10.000 kilos de pastas, mil quesos y 1.800 botellas de vino que se han traído para su venta, entre otros productos.

Un total de 43 monasterios de clausura de España y hasta del extranjero ofrecen en el claustro de la Encarnación lo que elaboran artesanalmente con sus manos para su mantenimiento. Dulces de todo tipo, licores, vinos, quesos, velas, cerámica, productos cosméticos, colonias y ungüentos milagrosos captan la atención de los visitantes.

Algunas de las curiosidades de hoy domingo era un bollo turco, con el aspecto de una enorme pizza, elaborado por las monjas clarisas del Monasterio de Santa Ana de Badajoz, o las cremas para la piel y colonias de las benedictinas de la Abadía de San Vicente de Chantelle, en Francia.

El café arábiga recolectado por los cistercienses de Koutaba, en Camerún, se agotó el mismo viernes a las pocas horas de ponerlo a la venta en el stand correspondiente, por lo que hoy no había ni rastro de él.

HECHO "CON CARIÑO".

Los visitantes mostraron también curiosidad por un ungüento elaborado a base de aceite de oliva, cera de abejas y hojas de hiedra que ofrecen las dominicas de Elorrio (Vizcaya). Este producto, envasado en un tarro de cristal, es idóneo para curar "las rozaduras de los zapatos y las quemaduras", según explicó la joven responsable de este stand.

En declaraciones a Europa Press Televisión, esta joven señaló que la gente se lleva este ungüento sobre todo para "la cocina, para cuando te salta el aceite, o para las rozaduras de los zapatos ahora que estamos cambiando a las sandalias". Al parecer, la gente lo descubrió en ediciones anteriores y como "les ha venido muy bien" lo compra "hasta para el sol".

El año pasado la feria se saldó con 15.200 visitantes, que este año se esperan superar. Una mujer cargada de bolsas explicó que había comprado "queso, pastas de té y otras pastas de varias cosas". Según explicó, acude a la Encarnación casi todos los años porque está hecho "con cariño" y a ella le gustan "las cosas artesanales"."Yo también hago mermelada y me gusta ver qué hacen", señaló.

Otra bilbaína que había comprado "mostachones" y otros dulces señaló que le gusta acudir a esta feria porque "se pasa muy bien". Otra visitante añadió que ahí se ven cosas "que no las ves en la calle".

El buen hacer de los conventos de clausura fue destacado por una visitante para quien las monjas "hacen cosas maravillosas". Esta señora había comprado mermelada de pimiento y de tomate, pastas y colonias "que son lo mejorcito que puede haber".

La feria abrió sus puertas el viernes y se cerrará esta tarde a las ocho de la tarde. El abarrotado claustro del convento de la Encarnación recuperará entonces su paz habitual a la espera de la próxima edición.