Las brigadas forestales luchan cada año para detectar y apagar los fuegos lo antes posible

Brigadas de Refuerzo de Incendios Forestales (BRIF) acudiendo a un fuego
Brigadas de Refuerzo de Incendios Forestales (BRIF) acudiendo a un fuego - MAGRAMA
Actualizado: viernes, 15 agosto 2014 13:01
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La comunidad dispone de unas 60 unidades, 9 helicópteros y una base de las Brigadas de Refuerzo de Incendios Forestales (BRIF)

   CÁCERES, 15 Ago. (EUROPA PRESS) -

   Cada año, las altas temperaturas en unos casos, y la mano humana, en otros, propician que se produzcan incendios, y cada año hay quienes luchan por detectar estos fuegos cuanto antes para evitar que se propaguen y apagarlos lo antes posible.

   En palabras del jefe de retén de la brigada helitransportada de Monfragüe B, Francisco Javier Vega Sánchez, enfrentarse a un incendio, aunque se tengan 20 años de experiencia, sigue dando el mismo "respeto", porque los incendios son "impredecibles" y no se puede uno confiar "nunca".

   Ante un incendio esta brigada se coloca la equipación reglamentaria (traje, guantes, cascos, gafas, botas especiales) y se dirige hasta el helicóptero. Desde que reciben el aviso hasta que se despega pueden transcurrir unos "10 o 12 minutos", según ha contado Vega en declaraciones a Europa Press Televisión.

   Una vez se llega al incendio, "se orbita viendo los posibles peligros, las vías de escape por si hubiese que salir del incendio y se busca una zona para que el helicóptero pueda tomar tierra".

   La labor de estas brigadas es desde tierra ir rematando el incendio. Paso a paso, descargada a descarga y metro a metro. Se empieza por un flanco y se acaba en la cabeza y en ocasiones se da la vuelta completa a los incendios.

   Una de las precauciones que han de tener estos retenes es cuando los hidroaviones descargan, porque si les cae encima puede ser "peligroso". En alguna ocasión, ha señalado Vega, les cogió "descuidados" y toda la "cuadrilla" sintió "miedo", aunque al final no pasó "nada".

CENTRO DE OPERACIONES REGIONALES

   Pero para que estas brigadas comiencen su trabajo, primero reciben una llamada del Centro de Operaciones Regionales (COR) quien a su vez recibe las alertas por dos medios: a través del 112, que son todos los "alertantes", es decir, todos los ciudadanos que llaman cuando ven una columna de humo. Y la segunda forma, a través de la red de vigilancia de casetas que hay distribuida por toda Extremadura, según ha explicado el Coordinador de Regiones del Plan de Lucha contra los Incendios Forestales (Plan Infoex), José Antonio Navalón.

   "Una vez que los recibimos ahí, el emisorista lo comunica al técnico responsable de cada zona de coordinación. El cual moviliza los medios para la extinción del incendio. Se moviliza el agente forestal y los medio más cercanos. Y una vez que están movilizados los primeros medios, evaluamos y valoramos la situación del incendio con la cartografía y el sistema de posicionamiento. Valoramos la dificultad y la gravedad del incendio también con lo que nos están transmitiendo los primeros medios que llegan al incendio. Y vemos si es necesario un refuerzo o no, según la dificultad", ha comentado Navalón.

   Ahora en Extremadura hay cerca de 60 unidades distribuidas por toda la comunidad junto a ocho helicóptero, más uno de refuerzo, y una base de las Brigadas de Refuerzo de Incendios Forestales (BRIF) en Pinofranqueado (Cáceres).

   Desde el COR obtienen información a través de la cartografía digital, los sistemas de información digital en donde se recoge la posición de los medios que están actuando en el incendio, lo que supone que sitúen exactamente el perímetro del incendio y la zona que está ardiendo.

   Además manejan las ortofotos, de las cuales obtiene la información de si hay carreteras o viviendas por ejemplo. Es decir, obtendrían una panorámica, una visual desde arriba de los elementos que hay en la zona del incendio.

   La cartografía, que es más específica en cuanto a la vegetación que está ardiendo, y también previsiones meteorológicas de si el viento va a cambiar de dirección, si va a tener más fuerza o va a reducirse. Y con todos estos elementos desde el COR se va haciendo una valoración de como está el incendio.

   "Desde el COR se hace una gestión a una escala ya más grande del incendio. En el incendio se está haciendo la extinción a pie de campo, el técnico está tomando las decisiones en cuanto a por donde van a acceder los medios, como van a trabajar y él nos está trasmitiendo la información de la evolución del incendio y la dificultad. Con esa información y la que disponemos aquí pues vamos haciendo una previsión a una hora por delante, a dos, de cómo puede ir evolucionando ese incendio y qué medidas tenemos que ir adoptando", ha añadido Navalón.

   Ante un aviso de incendio, los factores más importantes a tener en cuenta son el viento, la temperatura, la vegetación que está ardiendo y la pendiente. Son los que darán el grado de dificultad del incendio.

VERANO E INVIERNO

   El verano es la época de peligro alto, comienza el 1 de junio y se prolonga hasta el 15 de octubre y es cuando los incendios son de "mayor gravedad", ha explicado Navalón, por lo que ha recomendado "extremar" la precaución.

   Sin embargo, ha señalado que "durante el resto del año también se reciben avisos y hay que atenderlos". Durante el invierno se compagina la "labor de extinción" de incendios con "labores herbícolas" de prevención.

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