Tiene dispuestos nueve quitanieves, vehículos todo-terreno y retenes para atender y vigilar la red viaria
CÁCERES, 27 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Diputación de Cáceres tiene ya preparado el protocolo de 'Vialidad invernal', que cuenta con un dispositivo humano y material para hacer frente a los problemas que puedan surgir en carreteras de la red provincial ante las inclemencias del invierno. Para ello, se dispone de nueve quitanieves, vehículos todo-terreno y retenes de trabajadores que atenderán y vigilarán las dificultades que puedan surgir en caso de nevadas extremas, heladas y otras adversidades meteorológicas.
Las zonas en las que habitualmente se desarrolla mayor actividad están asociadas a las elevaciones montañosas de la provincial como las del Norte de las sierras de Gata y de Francia, así como las estribaciones de la Sierra de Gredos; la zona Este con las sierras de Guadalupe y de Altamira; o las de Sur y Oeste con las sierras de Montánchez y de San Pedro.
Los puntos que normalmente requieren de una atención especial son los puertos de montaña de Casares de las Hurdes (1.149 metros) y Robledillo de Gata (1.115 metros); los tramos urbanos de Piornal (1.175 metros, con su puerto situado a 1.285 metros) y La Garganta (1.124 metros).
El puerto de Honduras (1.430 metros, en la carretera entre Hervás y Cabezuela del Valle), el alto de Navezuelas (1.035 metros) y la reciente incorporación del Pico Villuercas, a 1.605 metros, punto de carretera más alto de Extremadura y mayor elevación de los Montes de Toledo, completan la lista de zonas que pueden presentar mayores problemas ante las inclemencias del invierno.
En cuanto a los medios de que dispone la Diputación de Cáceres para la atención a la vialidad invernal son cuatro Centros de Conservación (Coria, Plasencia, Cáceres y Trujillo); ocho Centros Auxiliares de Conservación, y retenes de personal según las circunstancias que se presenten, que pueden estar formados por hasta doce personas.
Asimismo, se cuenta con cinco vehículos pesados (camiones) con hoja quitanieves y extendedor de fundentes; cuatro vehículos ligeros (pick-up) con hoja quitanieves y extendedor de fundentes; vehículos todo-terreno, motoniveladoras, palas cargadoras, etc. También se han adquirido unas 220 toneladas de sal para extender en las vías, ante una previsión de gasto habitual de entre 160 y 180 toneladas.
Este protocolo de 'Vialidad invernal' se activa desde mediados de noviembre hasta entrado el mes de marzo del siguiente año y recoge las actividades a llevar a cabo, las instalaciones, vehículos, maquinaria y otros medios disponibles, los fundentes acopiados y las previsiones de suministro.
"El objetivo es cubrir tanto las necesidades previsibles como la relación de carreteras y tramos de las mismas que presentan riesgos constados por hielo y nieve", según ha apuntado el diputado de Infraestructuras y Movilidad, Luis Fernando García Nicolás, que ha explicado que este protocolo "se comparte con el resto de administraciones para una mejor coordinación de las entidades y un servicio más eficaz a la ciudadanía".
CARÁCTER PRIORITARIO
Cabe recordar que las actuaciones por vialidad invernal tienen carácter prioritario por lo que deben ser ejecutadas con la mayor rapidez posible y en la medida requerida por las condiciones que se presenten, siempre teniendo en cuenta las necesidades de uso de la carretera, informa la diputación cacereña en nota de prensa.
"En este tipo de operaciones es esencial la vigilancia "in situ" de la red para tener un buen conocimiento de la situación en todo momento y permitir así la planificación y gestión más adecuada de las tareas a realizar", ha señalado García Nicolás, que ha añadido que el fin es asegurar que, ante las adversidades climatológicas, las condiciones para el tráfico sean lo más cercanas posibles a la normalidad, aunque requieran de atención y precauciones especiales por los conductores.
Generalmente las actuaciones que se llevan a cabo ante la presencia de hielo y nieve en la plataforma viaria, es el esparcimiento de sal o la retirada de nieve. Por otra parte, también se pueden desarrollar otras acciones motivadas por la adversa climatología como lluvias o viento que suelen requerir de trabajos inmediatos por el riesgo que suelen presentar para la seguridad vial caídas de árboles, balsas de aguas en la calzada, desprendimientos de tierras, etc.
