MÉRIDA, 17 Jul. (EUROPA PRESS) -
Las Escuelas Municipales Permanentes de Consumo serán una realidad legal a partir de hoy en Extremadura para que se cumpla "el deber de las Administraciones públicas de promover la educación y formación permanente de los consumidores", según informó hoy la Junta en nota de prensa.
Para ello, el Diario Oficial de Extremadura (DOE) publicó hoy la orden por la cual se podrán registrar las escuelas de consumo de la región para que se pueda disponer de un censo de las mismas, ya que se prevé que el número de ellas prolifere en el futuro.
El objetivo de estas escuelas es "promover la educación y formación permanente de los consumidores a fin de facilitarles un conocimiento efectivo de sus derechos y obligaciones y en consecuencia, puedan desarrollar un comportamiento en libertad y responsabilidad en el consumo de bienes y en la utilización de servicios".
Las escuelas desarrollan un metodología eminentemente práctica, basada en los intereses y experiencias de los participantes y fomentando en los mismos el desarrollo de sus habilidades y actitudes.
De este modo, las actividades se programan anualmente y van dirigidas a todos los sectores de la población, especialmente, a los escolares ya que se considera esta edad como "el espacio idóneo desde dónde pueden introducirse unos hábitos saludables y responsables en cuanto a educación para el consumidor se refiere".
Actualmente, existen cuatro escuelas ubicadas en los municipios de Jerez de los Caballeros (Badajoz), Miajadas (Cáceres), Coria (Cáceres) y Casar de Cáceres (Cáceres), las cuales fueron creadas mediante convenios de colaboración suscritos entre la extinta Consejería de Sanidad y Consumo y los cuatro Ayuntamientos. Todas ellas han obtenido un éxito notable tanto de participación como en objetivos conseguidos.
Entre los colectivos más importantes para el desarrollo de este trabajo se encuentran las asociaciones o colectivos relacionados con el consumo; amas de casa, asociaciones de consumidores y asociaciones locales.
Finalmente, los sectores de juventud, tercera edad y discapacitados también ocupan un lugar especial en las programaciones por ser más vulnerables y por carecer de una buena base formativa en materia de consumo.
