Extremadura es la comunidad autónoma con la deuda por impago de alquiler más baja del país, con 3.427 euros

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Publicado: jueves, 4 abril 2019 10:58

   MÉRIDA, 4 Abr. (EUROPA PRESS) -

   La deuda por impago de alquiler en Extremadura en 2018 ascendió a una media de 3.427 euros, lo que supone la cifra más baja de todo el país, 'Undécimo Estudio FIM sobre Morosidad en Arrendamientos urbanos en España' presentado por Fichero de Inquilinos Morosos.

   Esta cifra supone casi la mitad que la media española, que ascendió a 6.185 euros, y casi tres veces menos que en Madrid, donde se registra la deuda más alta, con 9.767 euros.

   Durante el pasado año la deuda por impago de alquileres se incrementó en Extremadura una media del 1,82 por ciento, el segundo aumento más bajo del país, solo por encima de La Rioja (1,13%), mientras que en el conjunto de las comunidades autónomas el incremento fue del 5,67 por ciento. En el lado contrario se sitúan Murcia y Canarias, con aumentos del 16,24 y del 12,26 por ciento, respectivamente.

   Por provincias, la morosidad se incrementó un 3,73% en Cáceres, mientras que descendió un 0,90% en Badajoz. Además, un propietario extremeño necesita una media de 10 meses para recuperar su inmueble tras el impago.

    "A priori los datos pueden parecer no del todo malos, pero la realidad es que de media los casos de morosidad en el alquiler tardan en resolverse unos 10 meses, situando a Extremadura como la segunda comunidad autónoma en la que un propietario tarda más en recuperar su inmueble tras un impago", asegura el director de Estudios y Calidad de Fichero de Inquilinos Morosos, Sergio Cardona.

   Además, la cuantía media que los inquilinos morosos deben a sus propietarios está directamente relacionada con los precios medios de los inmuebles en alquiler, ya que en Cáceres se sitúa en 3.254 euros y en Badajoz en 3.580 euros, indica FIM en una nota de prensa.

   Las bajas cuantías registradas, tienen como explicación el bajo precio del alquiler en la comunidad, por lo que la acumulación de rentas impagadas "no supone cuantías tan elevadas como en territorios como Madrid o Barcelona, donde los precios son mucho más altos", explica Cardona.