Investigadores de la Universidad de Extremadura analizan los niveles de radón en lugares de trabajo

Actualizado: jueves, 10 diciembre 2009 12:07

MÉRIDA, 10 Dic. (EUROPA PRESS) -

El Grupo Experimental de Radiaciones Nucleares de la Universidad de Extremadura (UEx) ha puesto en marcha un proyecto para medir las concentraciones de radón en lugares de trabajo.

Según el investigador responsable del Proyecto y profesor de la UEx, Alejandro Martín Sánchez, "esta campaña se realiza a través de un convenio firmado entre la Universidad de Extremadura y el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN)". "Es un proyecto con una duración de tres años y en ese tiempo esperamos realizar unas 200 mediciones", indicó.

El radón es un gas radioactivo de origen natural que emana del suelo, es inodoro e incoloro y por ese motivo puede ser respirado mezclado con el aire sin que la persona se dé cuenta, informó la Universidad de Extremadura en nota de prensa, en la que además señala que "a largo plazo, se ha demostrado que una exposición a altas concentraciones de radón aumenta el riesgo de sufrir cáncer de pulmón".

La UEx explica que según Alejandro Martín, "en función del diseño y la construcción de edificios puede concentrarse con más o menos facilidad este elemento".

"Las zonas con más probabilidad de radón son los pisos bajos, ya que este gas emana de la tierra, pero en los pisos altos también se puede dar el caso, porque este elemento está muy presente en materiales de construcción", añade el investigador.

El radón se convierte en problema cuando hay altas concentraciones de este elemento radioactivo. La universidad indicó que "el límite que el Consejo de Seguridad suele marcar son 200 bequerelios por metro cúbico; a partir de ahí, se consideraría un lugar expuesto a esta sustancia radioactiva".

"Las altas concentraciones de radón se producen en lugares cerrados poco ventilados. Por lo tanto, si son lugares cerrados y además subterráneos, habrá todavía más probabilidades de concentración de este elemento" aclaró Martín.

Para realizar estos controles en los lugares de trabajo de la comunidad autónoma, el Grupo Experimental de Radiaciones Nucleares utiliza dos medidores. Uno de ellos analiza el radón en 48 horas y el otro detector necesita unos 3 meses para realizar el cálculo.

Estos medidores son unas pequeñas cajas metálicas que se colocan en un lugar representativo del puesto de trabajo y que no suponen ningún coste económico para la empresa.

Esta campaña está destinada a cuidar la salud de los trabajadores que cotidianamente tienen contacto con lugares proclives a concentraciones de este elemento radioactivo.