Refinería No prepara una manifestación en Santa Olalla (Huelva) para el 7 de febrero en protesta por el oleoducto

Actualizado: miércoles, 14 enero 2009 19:49

La plataforma afirma que la conducción afectará a acuíferos y causará impacto en áreas con valor ambiental y cultural

VILLAFRANCA DE LOS BARROS (BADAJOZ), 14 Ene. (EUROPA PRESS) -

La Plataforma Ciudadana Refinería No está preparando una manifestación en Santa Olalla (Huelva) para el próximo 7 de febrero como acto de protesta contra el impacto ambiental que causará el oleoducto que se construirá entre el Puerto de Huelva y la futura planta refinera de Los Santos de Maimona (Badajoz).

Integrantes de la plataforma avanzaron a Europa Press sus preparativos y explicaron que esta manifestación que tendrá lugar en la localidad onubense tiene por objetivo poner de manifiesto las consecuencias ambientales de la conducción.

Por ejemplo, los representantes de Refinería No explicaron que "durante el período de las obras hay que desbrozar y desforestar" una franja de 20 metros a lo largo del trazado y que "finalizadas las mismas se quedará una servidumbre de 10 metros a cada lado del centro del entubado".

Además, "en uno de los lados irá un camino de servicio de 6 metros de ancho". Estos espacios "serán los únicos metros que a lo largo y ancho de su recorrido la empresa indemnizará, por el servicio de paso", afirma la plataforma.

ACUÍFEROS

Añade Refinería No que, sin embargo, el oleoducto transitará por "zonas como acuíferos, que son terrenos a sacrificar por obra y gracia del grupo de socios de Alfonso Gallardo, bendecido por el PSOE de Andalucía y Extremadura, el PP de Extremadura y el PSOE de Rodríguez Zapatero, que se autodefine como adalid contra el cambio climático".

Destacan como áreas sensibles que serán afectadas la Sierra de San Jorge, zonas de Los Santos de Maimona y El Balneario El Raposo, así como por Calzadilla de los Barros, Fuente de Cantos y Las Azorrillas, la Cañada de San Pedro y Monesterio, además de la Venta del Culebrín, todo ello en Extremadura y hasta el límite con Andalucía.

Para el colectivo ciudadano, "de permitir este atentado social, económico y ecológico, el oleoducto y poliducto dejaría una cicatriz en las provincias de Huelva, Sevilla y Badajoz, se perderían espacios valiosos para la agricultura y la ganadería, se destrozarían enclaves de gran valor cultural, arqueológico y paleontológico, histórico y medioambiental". A ello añaden "los riesgos de explosión, derrame del crudo y demás que sería una amenaza constante en sus 240 km. de recorrido".