Representantes de Cultura y Turismo participarán en un homenaje al último alcalde de Ahillones durante la II República

Actualizado: viernes, 18 abril 2008 20:40

MÉRIDA, 18 Abr. (EUROPA PRESS) -

Representantes de la Consejería de Cultura y Turismo participarán mañana sábado, día 19, a las 12.00 horas, en el homenaje a Bernardo Murciano González, presidente de la Casa del Pueblo de UGT y PSOE y último alcalde de Ahillones (Badajoz) en la II República en 1936.

Al acto asistirán los tres hijos de Bernardo Murciano, en concreto Consuelo, de 89 años, que reside en Sevilla; Antonio, de 84 años, que vive en Barcelona; y Joaquín, de 82 años, residente en Valencia. Asistirán también nietos, biznietos, tataranietos y demás familiares y amigos.

Según informó la Junta en nota de prensa, el homenaje consistirá en una ofrenda floral ante la sepultura de Bernardo Murciano, en el cementerio de la localidad, y en la entrega de varias placas a la familia, una del actual alcalde de Ahillones, Rosendo Durán, y otra de un representante del PSOE local.

Está prevista la asistencia de representantes de la Consejería de Cultura y Turismo, en concreto del Proyecto para la Recuperación de la Memoria Histórica de Extremadura, así como de la Diputación Provincial de Badajoz y el investigador Rafael Navas.

Bernardo Murciano González nació en Ahillones el 27 de enero de 1890. Obrero de profesión, hacía tejas y manejaba el horno de cocción. Durante la II República militó en la UGT y en el PSOE, siendo presidente de la Casa del Pueblo de Ahillones, responsabilidad que abandonó para hacerse cargo de la Alcaldía del pueblo. Llegó a mantener correspondencia con Francisco Largo Caballero y participó como interventor en las elecciones de febrero de 1936.

Tras la Guerra Civil, Murciano fue condenado a pena de muerte en Almendralejo, tras un consejo de guerra sumarísimo, el 11 de marzo de 1941, por el ejercicio de las citadas responsabilidades sindicales y políticas.

Recientemente apareció su diario y, tras más de dos años de investigación realizada por el sindicalista e investigador sevillano Rafael Navas por encargo familiar, hoy se conoce "con todo detalle" la "tragedia" que vivió Bernardo Murciano y su familia, y el "apoyo decidido" de su pueblo.

Habitantes de Ahillones salvaron la vida de Murciano mediante la presentación en el consejo de guerra de un aval con firmas, de manera que se logró, en los últimos momentos, la conmutación de la pena capital por la de 30 años de prisión mayor. Esta noticia fue recogida en su época por el 'Semanario Redención', periódico del régimen que era editado por los propios presos desde las mismas cárceles franquistas.

Quien fue alcalde republicano de Ahillones recorrió numerosas cárceles de España, primero en su propio pueblo y después en Llerena, la Prisión Central de Orduña (Vizcaya), la Prisión Colonial de Almendralejo, el Campo de Concentración de Castuera, la prisión habilitada en el convento de Santo Domingo de Mérida, la Prisión Provincial de Pamplona, el Campamento Penitenciario en Belchite (Zaragoza), la Prisión Provincial de Zaragoza y la Colonia Penitenciaria de Dueso en Santoña (Cantabria).

En esta última obtuvo la libertad condicional el 16 de marzo de 1946 y el licenciamiento definitivo el 1 de marzo de 1957. Bernardo Murciano volvió a su pueblo, donde vivió hasta su fallecimiento el 21 de junio de 1966.