El sacerdote Juan de Dios Larrú alerta en Badajoz sobre la "creciente pérdida" de la identidad matrimonial y familiar

Actualizado: sábado, 15 noviembre 2008 15:24

BADAJOZ, 15 Nov. (EUROPA PRESS) -

El sacerdote y profesor de Teología del Matrimonio Juan de Dios Larrú alertó hoy en Badajoz sobre la "creciente pérdida de la identidad matrimonial y familiar" que a su juicio se está produciendo en la sociedad actual.

Durante una ponencia impartida dentro del Congreso Diocesano de Familia que se celebra en Badajoz, Larrú afirmó que "la tarea de conocer, profundizar y realizar el designio de Dios sobre el matrimonio y la familia resulta particularmente urgente en el ambiente social y cultural que circunda", puesto que "se constata una creciente pérdida de la identidad matrimonial y familiar".

Así, tras indicar que después del "utópico" anuncio de la "muerte de la familia", propio según dijo del ambiente revolucionario de mayo del 68, en estos últimos cuarenta años se ha ido modificando paulatinamente el discurso, para poner ahora el acento en la multitud de tipos y modelos de matrimonios y familias, añadió que "en el fondo, aunque se reconoce que el matrimonio y la familia subsisten, en realidad carecerían de naturaleza propia, pues su verdadera identidad se encontraría oculta, oscurecida, escondida y, en última instancia, superada".

Según Larrú, para penetrar en el "designio de Dios sobre el matrimonio y la familia" hay de introducirse en la "lógica del amor". "En el mundo en que vivimos estamos acostumbrados, más bien, a seguir la lógica de la eficacia dirigida a resolver con la mayor celeridad posible la multitud de problemas que se nos plantean", dijo el sacerdote, que añadió que "una verdad sin amor, constituida de forma intelectualista prescindiendo de la vida, y pretende imponer desde el exterior sus criterios y sus reglas a la experiencia, sume al hombre en la soledad de un estéril dominio, y un utilitarismo narcisista".

En su intervención, señaló asimismo que "el plan de Dios sobre el matrimonio y la familia no es, por consiguiente, un plan perfecto, trazado ya de antemano, preestablecido y predeterminado, ante el que no nos quedar más remedio que ejecutarlo resignadamente y reproducirlo rutinariamente en nuestra propia vida, sino que es una historia de amor que se va descubriendo, poco a poco, y se va construyendo, paso a paso, en la particularidad de cada matrimonio y familia".

En este sentido, según informó la organización del congreso en nota de prensa, el profesor de Teología del Matrimonio afirmó que "al asumir la carne humana, Dios ha querido unirse al hombre como el esposo se une a su esposa. Este habitar de Cristo entre nosotros es el fundamento de la gracia del sacramento del matrimonio", señaló.

También se refirió a la "diferencia" entre el hombre y la mujer. Así, dijo que "la diferencia sexual está orientada al amor y a la comunión interpersonal" y añadió que "es importante, para superar tanto todo espiritualismo como todo materialismo, comprender que nunca puede separarse la vocación al amor de la realidad corporal del hombre".

Finalmente, Larrú manifestó que el futuro de la humanidad pasa por la familia. "No se trata, dijo, de un fácil eslogan publicitario sino de una verdadera profecía que nos obliga a mirar hacia la centralidad de la pastoral familiar como una pastoral articulada, cercana, progresiva, no sectorial, sino de profunda comunión eclesial", concluyó.