El cambio de los 20 millones de lámparas convencionales existentes ahorraría unos 48,5 millones a los hogares gallegos
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 4 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Instituto Enerxético de Galicia (Inega) señaló hoy que el consumo de las familias gallegas se incrementa cada año a un ritmo del 5%, y subrayó que el familiar supone el 25% del consumo final de energía en Galicia.
Además, el Inega indicó que cada hogar gallego gasta 1.500 euros al año en energía, por lo que supone el mayor porcentaje en la facturación anual de una familia en la comunidad.
En este sentido, apuntó que ahorrar energía no significa "perder calidad de vida", e instó a los ciudadanos a unirse al Día Mundial de la Eficiencia Energética que se celebra mañana, día 5 de marzo.
Consideró "fundamental" continuar con las prácticas de ahorro y uso eficiente de energía, e instó a los consumidores a introducir nuevos hábitos de consumo energético en el hogar --en el uso del frigorífico, cocina, horno, plancha, lavadora o lavavajillas--, iluminación, calefacción y "consumo oculto".
LÁMPARAS DE BAJO CONSUMO
Por otra parte, señaló la importancia de la información a los ciudadanos sobre el etiquetado energético, los electrodomésticos menos ruidosos y el menor consumo de combustible.
Asimismo, la institución anunció que, con motivo del Día Mundial de la Eficiencia Energética, regalará dos lámparas de bajo consumo y una guía para el ahorro energético a todas aquellas personas que se acerquen a su sede en Santiago de Compostela. Además, los ciudadanos que no residan en Santiago podrán recoger sus obsequios el día 5 de marzo en las delegaciones de la Consellería de Innovación de su provincia.
Así, el Inega precisó que cada hogar consume como media unos 700 kilowatios en iluminación cada año, lo que supone un gasto de 77 euros anuales. No obstante, subrayó que, si se sustituyesen todas las lámparas convencionales por lámparas de bajo consumo, se ahorrarían 450 kilovatios al año y se evitaría la emisión a la atmósfera de unos 427 kilos de CO2 al año.
Por último, concretó que en Galicia existen unos 20 millones de lámparas convencionales, y señaló que su sustitución provocaría un ahorro de 450 gigavatios al año, lo que supondría un 2,5% del consumo de electricidad en la comunidad --el equivalente a unas 128.000 familias--.
Finalmente, advirtió de que de este modo se evitaría la emisión a la atmósfera de una media de 427.000 toneladas de CO2 al año, indicó que supondría un ahorro económico de 49,5 millones de euros y apuntó que el cambio costaría unos 200 millones de euros.
