Actualizado 17/01/2007 20:57

Estatuto.- Touriño dice que garantizó los "mínimos exigibles" y asume la "influencia" del clima estatal en el fracaso

Galicia Actual

Cree que Galicia "perdería posiciones" ante Andalucía con el plan del PP y admite que no se puede "predecir" cuándo retomar el debate


SANTIAGO DE COMPOSTELA, 17 Ene. (EUROPA PRESS) -

El presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, aseguró hoy que la propuesta que presentó a los otros dos líderes políticos gallegos para lograr un acuerdo en el Estatuto "garantizaba los mínimos exigibles" para que Galicia "no pierda el estatus" que actualmente ocupa en el Estado y asumió que parte del fracaso se debió a la "influencia" del clima político de "confrontación" que se vive en España.

En la rueda de prensa posterior a la reunión de seis horas que mantuvo con el popular Alberto Núñez Feijóo y con el nacionalista Anxo Quintana, Touriño lamentó que ni el debate promovido el último año en el Parlamento ni la cumbre de hoy "fuesen suficientes para lograr el deseado acuerdo" y, en consecuencia, la comunidad "haya perdido una oportunidad histórica".

"No fue posible", reiteró en su comparecencia de cerca de 30 minutos, en la que admitió que, a pesar de los "avances significativos" que permitió esta cita a tres bandas, no fue posible consensuar un texto de "encuentro", incluso pese a que la propuesta que él presentó "en ningún caso definía a Galicia como nación", sino que recogía la actual formulación de 'nacionalidad histórica'.

Así, incidió en que las alusiones planteadas por él se basaban en "una ley de consenso aprobada en el Parlamento", la de Símbolos, aprobada en 1984, que incluye el Himno gallego con la referencia a "nazón de Breogán" y valoró que su socio de Gobierno, el vicepresidente, Anxo Quintana, hiciese un "esfuerzo de generosidad" para renunciar a su apuesta por el término nación.

Por contra, juzgó que la formulación elevada por el líder del PPdeG "claramente hace perder posiciones" a Galicia en el concierto del Estado de las Autonomías, "no sólo frente a Cataluña, sino frente a Andalucía", que recogió en su reforma que la comunidad es una 'realidad nacional'.

PERDER ESTATUS

Para Touriño, el 'sentimiento nacional' propuesto por los populares, "atribuido tan sólo a una corriente, el nacionalismo, y sin una dirección mínimamente clara" aboca a Galicia a "perder estatus" y, por ello, dijo "no estar dispuesto" a permitirlo ya que, según él, "los gallegos no se lo perdonarían al presidente de la Xunta". "Puedo ser flexible, pero no dar un paso que concluya en una pérdida para el país", advirtió.

En consecuencia, aseveró que "difícilmente" puede hacer una "propuesta alternativa" a la que presentó hoy, que "aprovecha la oportunidad" que brinda la Ley de Símbolos que, recordó, se aprobó en la Cámara gallega con los votos no sólo del por entonces mandatario autonómico, el popular Gerardo Fernández Albor, sino que también del actual líder del PP nacional, Mariano Rajoy.

"En 1984 fue posible, pero hoy, por circunstancias, no podemos reflejarlo en el preámbulo", denunció, tras lo que explicó que "había pensado" que la referencia a la Ley de Símbolos "no podría ser un elemento que no generase consenso en el preámbulo". "Era una propuesta razonable, la respalda una ley y no es una poesía", aseveró, tras lo que resumió: "Quintana la asumió, Núñez Feijóo, no, punto".

Con todo, Touriño consideró que la "confrontación política" que se vive a nivel estatal, "que tiene que ver precisamente con los temas territoriales y de terrorismo y que está en su clímax en el tema de la unidad nacional, puso más difícil la flexibilidad y la cesión". "Todo coincide en un momento fuerte de diferencias políticas que no posibilitan los acercamientos", añadió.

OTRAS DIFERENCIAS

En esta línea, aseguró que en otra de las cuestiones que impedía el acuerdo, la lengua, las diferencias fueron sólo "de matices", mientras que en financiación, la reunión permitió "importantes avances, aunque no suficientes".

Por todo, confirmó que los líderes "entendieron que actualmente no se dan las condiciones para el acuerdo" y expresó su "plena consciencia de que se perdió una oportunidad histórica". "Se hizo el esfuerzo, pero no fue suficiente", reiteró, tras lo que ratificó que el proceso "queda pendiente de un momento político más favorable que permita cerrar los puntos que hoy quedaron pendientes".

No obstante, renococió que este momento para retormar el debate es "indeterminado", ya que los propios líderes políticos convinieron en esta jornada dejar las posibilidades "abiertas para cuando el escenario para acometer la reforma presente garantías de éxito". "Nadie puede predecir cuándo", insistió, al tiempo que valoró que, pese al fracaso, los tres dirigentes "compartan la determinación de que el nuevo Estatuto es necesario".

Así, proclamó que "lo importante es mantener vivo el compromiso" y asumió una "autocrítica evidente", puesto que "no se logró el objetivo planteado" y, en consecuencia, el de hoy "no es un día positivo para Galicia".

No obstante, rechazó atribuir responsabilidades, puesto que, si los tres partidos son "conscientes de la necesidad de la reforma, deben saber que si agudizan las críticas y buscan más la diferencias que lo que los une, será más difícil encontrar un escenario para la reforma".