Xunta y PPdeG coinciden en que el objetivo principal es que Galicia cuente en 2012 con 6.500 megavatios
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 6 Jun. (EUROPA PRESS) -
El conselleiro de Innovación e Industria, Fernando Blanco, confirmó hoy en el Parlamento que los municipios donde se instalen parques eólicos recibirán el 10% de los beneficios que genere la participación pública en estas instalaciones.
En su comparecencia en el pleno, Blanco explicó que en las nuevas concesiones la Xunta participará "en un 30%, a través del Inega" y adelantó que un 10% de sus beneficios compensarán a los ayuntamientos afectados y, alrededor de un 5%, mediante convenios se destinará al uso racional de la energía y a la financiación de proyectos ambientales, sociales y culturales.
El titular de Industria destacó que con esta nueva planificación energética --que pondrá en marcha a partir de 2007-- "Galicia también aprovechará sus recursos y no sólo soportará los costes ambientales de estas instalaciones". "Esta es una clara apuesta por vincular a los municipios con el aprovechamiento eólico".
En este sentido, indicó que el actual Gobierno "suprimirá" los parques eólicos empresariales y los parques singulares previstos por el Ejecutivo del PP y aseguró que este modelo será mejor para los ayuntamientos pues recibirán beneficios de todas las instalaciones y no sólo de las que se considerarían singulares.
Fernando Blanco también adelantó que su departamento está trabajando en la posibilidad de contar con un Centro Tecnológico de las Energías Renovables para "darle valor a este sector y no tener que exportar todo el material" necesario para su desarrollo.
REPOTENCIAR INSTALACIONES
Así, indicó que en las nuevas convocatorias se exigirá al sector "la adecuación de sistemas tecnológicos" con el objetivo de "repotenciar" los actuales molinillos y evitar nuevos impactos visuales, aunque matizó que la sustitución se hará "de forma progresiva e incentivada".
En cualquier caso, el conselleiro reiteró que "el primer objetivo" es lograr que el Gobierno central acepte que Galicia pueda tener una potencia de energía eólica de 6.500 megavatios (mw) en el año 2012 --de los que 4.600 estarían en funcionamiento--, pues considera que es "realista y sería ilógico coartar una de las zonas con mejor calidad de viento".
Blanco está convencido de convencer al Ejecutivo central de la necesidad de esta potencia, pues "a la planificación de Galicia no se le pueden poner pegas desde el punto de vista técnico, pues es viable, y un objetivo asumible e irrenunciable por la Xunta".
Por su parte, el diputado del PP Angel Bernardo Tahoces ofreció su apoyo al conselleiro para conseguir este objetivo, pero le recomendó que "no se separe mucho del modelo vigente, pues puso a Galicia como la mejor zona donde se gestiona la energía eólica".
Además, recordó a Fernando Blanco que en estos momentos el Gobierno central tan sólo concede a esta comunidad "3.757 mw para el año 2010" y le preguntó "cómo pretende llevar a cabo la gestión que está defendiendo". "La única posibilidad es conseguir más potencia", le advirtió, algo en lo que el conselleiro se mostró "seguro" de lograr.
TRANSPARENCIA FRENTE A ESPECULACION
El titular de Industria también subrayó que el nuevo modelo seguirá "el principio de transparencia y no especulación", aunque no concretó cuántos años tendrán que pasar para que una empresa pueda vender su concesión eólica.
En este punto, el diputado del BNG Fernando Blanco Parga criticó al Gobierno anterior de PP por "apadrinar" los "enormes pelotazos empresariales" por los continuos cambios de manos de las titularidades eólicas y recordó que sólo un parque es de capital gallego.
Angel Bernardo Tahoces recordó que el actual Ejecutivo "autorizó la enajenación" de dos parques "y sin condicionantes", mientras que el PP lo permitió a cambio de que los aerogeneradores se construyesen en Navantia y que los municipios afectados participasen en los beneficios.
Por su parte, el parlamentario socialista Manuel Gallego celebró que en Galicia haya "otra forma de gobernar" y resaltó que el PSOE coincide con la actual Xunta en desear "una Galicia no contaminada visualmente".
