Medio Ambiente concede ayudas para uso de mastines, detonadores de propano y cercas de alambres electrificados
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 30 Ene. (EUROPA PRESS) -
El ganado en las explotaciones gallegas sufrió en un año un total de 592 ataques de lobos y el municipio de Lalín (Pontevedra) es el que concentra un mayor número de agresiones, con un total de 21 registradas en el periodo entre el 1 de octubre de 2006 y el 30 de septiembre de 2007, según datos de la Consellería de Medio Ambiente.
Entre las zonas con más ataques se encuentran tras Lalín, la localidad de Cerceda (A Coruña) con 16 agresiones, seguido de A Lama (Pontevedra) con 15, y Xermade (Lugo) con 14. Además, entre los municipios gallegos con más población urbana y menos actividad agroganadera destaca el hecho de que también se han registrado ataques de lobos, como es el caso de Lugo con cuatro, así como Pontevedra con tres y Santiago de Compostela y Ourense con uno cada una.
La Consellería de Medio Ambiente, que habilitó una línea de ayudas para prevenir los ataques de lobos sobre el ganado, publicó hoy estos datos en el Diario Oficial de Galicia (DOG) en un anexo de la orden de subvenciones.
En la línea de ayudas publicada el 15 de enero en el DOG se establecieron las bases y subvenciones para la prevención del ataque del lobo al ganado. La consellería explicó que se trata de medidas tradicionales, unas "más innovadoras que otras", con la que esperan alejar de las reses, que pastan en libertad o semilibertad, a estos depredadores.
UTILIZACIÓN DE PERROS MASTÍN.
Las ayudas irán destinadas al uso de perros mastines. Precisamente, el departamento que dirige Manuel Vázquez justificó el uso de estos canes porque durante siglos el hombre seleccionó a esta raza de perros para "proteger" a sus rebaños de los lobos. "Tener buenos perros es uno de los mejores métodos de evitar que los lobos causen daños en el ganado", defendió.
Asimismo, la consellería aconsejó que los canes deben estar con el rebaño en contacto físico permanente, desde los dos o tres meses, para establecer vínculos sociales con las reses. De igual modo, advirtió de que es importante que los cachorros sean descendientes de perros acostumbrados a trabajar con el ganado y que exhiban "buenos comportamientos" de vigilancia y protección de su familia.
MEDIDAS DE PREVENCIÓN.
Entre las medidas propuestas por la consellería destacan los detonadores de propano como métodos de prevención temporales, ya que admitió que estos animales silvestres pueden "acostumbrarse" al sonido de las explosiones. Para aumentar la eficacia recomendó que los intervalos entre estallidos sean relativamente cortos y que se cambie la localización de los detonadores cada tres ó cuatro días.
Además, aconsejó que, si el lugar de instalación de artefactos está próximo a algún núcleo de población, es necesario contactar con los vecinos para avisarles de forma que no causen molestias a los habitantes.
Por otra parte, para evitar que los lobos se acerquen al ganado la consellería propuso las cercas de alambres electrificados, para que cuando el animal las toque reciba una pequeña descarga eléctrica, y aprenda de esta experiencia "desagradable" para que no intente acercarse a las reses.
En este sentido, la consellería reveló que existe la posibilidad de utilizar cercas desmontables para poder cambiarlas de sitio en función de las necesidades, así estas deberán tener por lo menos cinco cables, colocados a una distancia de 20 ó 30 centímetros, y recomendó generar impulsos eléctricos de 5.000 voltios con una frecuencia de un impulso por segundo.
