El 75% del producido en Galicia corresponde a la clase original de Padrón, de la que se obtienen dos millones de toneladas anuales
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 2 Ago. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Consellería de Medio Rural impulsan una clasificación que defina las distintas variedades de pimientos gallegos en función de su grado de picor, determinado por una sustancia que se denomina capsicionoides. El objetivo del estudio es que el agricultor conozca este aspecto de su producto en las primeras fases de desarrollo de este cultivo y pueda corregirlo a través del riego, ventilación, abonado o maduración.
El proyecto ya permitió registrar el primer tipo de pimiento de Padrón que no pica, la Entenza, y se centra ahora en la eliminación de esta característica en la variedad lucense de Mougán. De momento, la hortaliza originaria de Herbón (Padrón, A Coruña) lidera la producción gallega, al suponer el 75 por ciento de los pimientos autóctonos y registrar un volumen anual de dos millones de toneladas. A la variedad de Padrón se dedican un total de 51 hectáreas en la comunidad, 28 en invernadero y 23 al aire libre, sobre todo en la provincia de A Coruña (42 hectáreas) y Pontevedra (9).
Científicos del Centro de Investigacións Agrarias (CIAM) y del Centro de Formación e Experimentación Agraria (Cefea) comenzaron a seleccionar y mejorar los diversos tipos de pimiento registrados en Galicia a partir del germoplasma conservado en ambas dependencias. Aparte del popular cultivo de Padrón, existen otras siete variedades propias de las cuatro provincias. Se trata de la de Couto (Narón, A Coruña), Branco Rosal (Pontevedra), Mougán (Lugo), Piñeira (Ribadeo, Lugo), Arnoia, Punxín (ambos de la comarca ourensana de O Ribeiro) y Oímbra (Ourense).
El 90 por ciento de los pimientos cultivados en Galicia pertenece a uno de estos tipos, que se caracterizan por su buena acogida y mayor valor en el mercado. Cada uno se caracteriza por unas propiedades organolépticas diferenciadas y sus distintos usos culinarios. Así, el de Couto es muy similar al de Padrón, aunque sin picante. Los Branco Rosal y Oímbra son blancos mientras el Piñeira destacan por ser muy carnosos y dedicarse, una vez madura para asar.
MÁS VARIEDADES
Pese a que el cultivo introducido en Galicia por los frailes franciscanos de Herbón en el siglo XVI desde México lleva el nombre de Padrón, su cultivo se extiende a otras comarcas, como es el caso de la del Salnés (Pontevedra). Sus condiciones meteorológicas y la fertilidad de su suelo permite obtener una media de cinco kilos de este pimiento por metro cuadrado en invernadero, y de tres al aire libre.
Sin embargo, no todas las variedades autóctonas de esta hortaliza son picantes. El pimiento de Couto, propio de la comarca de Ferrolterra, es casi igual al de Padrón en apariencia, pese a su sabor dulce y algunas diferencias en la estructura de la planta. Los tipos de Oímbra, Arnoia y Branco do Rosal, originarios de Ourense, tienen también en común su dulzura, que los asemeja a la de los pimientos italianos de esta clase. Al cultivo del de Oímbra se dedican 28 hectáreas en el valle ourensano de Monterrei, donde se llegan a recoger hasta cuatro kilos por metro cuadrado.
Por su parte, el pimiento de Arnoia se ha orientado tradicionalmente al autoconsumo y su comercialización es limitada. Sí es muy común la presencia en el mercado de otra variedad autóctona, la de Branco Rosal, que se produce en la comarca pontevedresa de Baixo Miño y es muy similar en su aspecto al de Arnoia.
DISTINCIÓN EUROPEA
La Consellería de Medio Rural recordó que está pendiente de la respuesta de la Unión Europea al proceso de reconocimiento de cuatro variedades de pimiento gallego a través de una denominación de origen protegida (D.O.P.). La Administración agraria de la comunidad aspira a que las producciones de Herbón, Couto, Oímbra y Arnoia dispongan de un sello que garantice su calidad, origen y evite fraudes.
La tramitación, iniciada en octubre de 2005, depende de la decisión de Bruselas, que a principios de este año solicitó documentación a este departamento, que ahora espera la respuesta de la UE.
TRISTEZA DEL PIMIENTO
Por otra parte, investigadores de Medio Rural experimentan en la actualidad, según señaló este departamento en un comunicado, con una variedad de chile mexicano, el Serrano Criollo Morelo, para combatir una patología que provoca la muerte de la planta del pimiento y que se conoce como la 'tristeza del pimiento'. Hasta la fecha se consiguieron ya dos híbridos de este chile y las variedades de Padrón y Couto.
Su objetivo es, además, descubrir a través de análisis moleculares que proporción de hongo genera los primeros síntomas en la planta para prevenir su aparición.
