Rural.- Propietarios de montes gallegos denuncian que su sector es "el más desfavorecido" del reparto de ayudas públicas

Actualizado: domingo, 16 agosto 2009 13:42

El tejido productivo e industrial prevé problemas derivados de los incendios forestales de 2006 por la falta de repoblaciones arbóreas

PONTEVEDRA, 16 Ago. (EUROPA PRESS) -

Los principales colectivos que agrupan a los propietarios de monte privado en Galicia, que representa el 98 por ciento del terreno forestal, urgen más apoyo económico de la Xunta para aumentar la producción y la repoblación de los bosques, medidas legislativas e incentivos fiscales. En contraste con los sectores pesquero y agroganadero, consideran que el forestal es "el más desfavorecido" en el reparto de ayudas.

"Llevamos 25 años de retraso", aseguró el gerente de la Asociación Monte Industria, Juan Picos, que demanda "consenso político" para dotar al sector forestal de un mejor marco normativo, argumentando que los propietarios viven "en un 'déjà vu' continuo" con los sucesivos cambios en el Ejecutivo autonómico, "siempre planteando lo mismo".

Sin embargo, para uno de los directores técnicos de la Asociación Forestal de Galicia (AFG), Braulio Molina, "una ley no es suficiente y por sí sola no hace nada si no se hace algo por dar más rentabilidad al monte". En este sentido, la principal demanda de este colectivo es una política forestal con más subvenciones destinadas a la silvicultura como medida "preventiva" contra el riesgo de incendios.

Mientras Molina criticó, en declaraciones a Europa Press, que las actuales aportaciones "son insuficientes y sólo van a las comunidades", el presidente de la Organización Galega de Comunidades de Montes en Man Común, Xosé Alfredo Pereira, expresó su "preocupación" porque "en los cuatro meses del nuevo gobierno no ha salido ninguna ayuda para el monte vecinal". Además, censuró el comportamiento "contradictorio" de la Consellería de Medio Rural, a la que acusa de "anular ayudas" para su limpieza a la vez que alerta del peligro de incendios.

Precisamente, el Plan de Prevención e Defensa contra os Incendios Forestais de Galicia (Pladiga) recoge la orden de diciembre del pasado año por la que se establecen las bases reguladoras para la concesión de subvenciones a la prevención y defensa contra incendios forestales en montes vecinales en man común, y que se convocan para 2009, con dos líneas de actuación: la gestión de biomasa y la construcción de puntos de agua.

INCENDIOS

Así, las Comunidades de Montes en Man Común son partidarias de combatir los incendios "en invierno, no en verano", con personal "cualificado" de Medio Rural dedicado a "labores de prevención todo el año". Xosé Alfredo Pereira consideró que en los dos últimos años se produjo una mejora "sustancial" del monte, a lo que se añade un servicio de defensa contra incendios que la AFG califica de "ejemplar, aunque algunos le critican que sea demasiado gasto", añadió Molina a Europa Press.

Entre los críticos, Juan Picos ve "injusto" que los fondos destinados a prevención y extinción "salgan del bolsillo destinado al sector forestal", aunque coincide en que se trata de un servicio "necesario". Argumentó que el problema de los incendios ya "excede" este ámbito y se ha convertido en una cuestión de "orden público, que afecta a vidas, bienes e infraestructuras", por lo que sería motivo de "reflexión en la sociedad" valorar que "por una hora de hidroavión se podría reforestar mucho".

A este respecto, el gerente de Monte Industria recordó que actualmente se están sufriendo los efectos de los incendios producidos en la década de 1980: "Los árboles que perdimos hace 20 años los echamos ahora de menos", con lo que advierte que los efectos del fuego que arrasó los montes en 2006 "se notarán en el futuro, por perder madera y no repoblar".

PROBLEMAS ESTRUCTURALES

A la "falta de apoyo institucional" de la que se queja el sector forestal, formado por más de 650.000 propietarios que --entre particulares y comunales-- suman dos millones de hectáreas, según datos del Pladiga, se añaden complejos problemas "estructurales". Braulio Molina calcula que "no más del 25% del monte desarrolla una actividad forestal continua"; lo demás está en manos de lo que llama "propietarios ausentes", lo que lleva a que "los montes se vayan empobreciendo".

Por su parte, Juan Picos destacó que el sector forestal está "entre los tres primeros generadores de empleo en el rural gallego", donde anualmente unos 40.000 gallegos venden madera y más de 50.000 realizan alguna actividad afín. Un informe elaborado por Monte Industria, el Cluster da Madeira de Galicia, la Federación Empresarial de Aserradores y Rematantes de Maderas de Galicia y la Federación de Empresarios de Carpintería y Mobiliario revela que en 2008 se facturaron 2.259 millones de euros, lo que supone un descenso del 6 por ciento en relación a 2007.

Picos auguró "años venideros complicados" para la industria forestal gallega, donde podrían desaparecer unos 3.000 empleos, según ese informe. El gerente de Monte Industria sostuvo, por su parte, que el monte tiene una capacidad "brutal" de producción, pero su productividad "real" está "muy por debajo" de la que podría tener. Por eso apeló a "ser más competitivos" al nivel de otros países como Estados Unidos, Finlandia y Austria.

"España importa la mitad de los productos de madera que necesita y la otra mitad la produce Galicia", explicó Monte Industria. Con los ocho millones de metros cúbicos de madera extraídos de los montes gallegos en 2008 se podría cubrir el déficit a nivel estatal e incluso europeo, afirma el gerente de esta asociación. Pero el precio de la madera está "por los suelos y no sube desde hace décadas, mientras los gastos aumentan con el IPC y la subida del gasoil", señala el técnico de la AFG.

Por eso Monte Industria apuesta por "producir el doble por hectárea con el mismo coste, para que el propietario gane dinero y siga plantando". Picos comparó el monte de antaño con una "caja de ahorros" y estima que el valor de la madera equivale al 11 por ciento de los depósitos bancarios. "Sin embargo, ahora si un propietario quiere ahorrar no planta árboles" lamenta, "porque no se le incentiva como si hiciera un plan de pensiones".

"Difícilmente habrá una tractorada forestal, porque lo que harán los propietarios será abandonar el monte, y cuando --no uno, sino muchos-- lo hagan" advierte Juan Picos, "se verá diez años después y será tarde". El colectivo Monte Industria quiere concienciar así a la ciudadanía y la Administración de que "vivir de madera importada" es una "frustración" equiparable a la de "traer el pescado o la leche de otro sitio: el principio del fin".