Rural.- La superficie parcelaria concentrada en los últimos cuatro años ronda las 80.000 hectáreas

Actualizado: domingo, 18 enero 2009 12:30

Los trabajos continúan en 171 proyectos, que suman casi 160.000 hectáreas y afectan a unos 120.000 propietarios

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 18 Ene. (EUROPA PRESS) -

Los trabajos de concentración parcelaria concluidos en los últimos cuatro años ascenderán en junio a 80.000 hectáreas, según las estimaciones de la Consellería de Medio Rural que, al inicio de la legislatura, decidió primar aquellos procesos de "marcado carácter agroganadero y forestal" entre los 220 proyectos que estaban iniciados en 2005 y descartar cerca del medio centenar --49--.

"Hizo falta priorizar y redoblar el esfuerzo económico", aseguró a Europa Press el director xeral de Estruturas Agrarias, Xosé Carballido, tras cifrar en 150 millones de euros la inversión realizada para "desbloquear" buena parte de los procesos de concentración, cuyo plazo de resolución ha venido rondando los 20 años de media en Galicia.

"La tardanza se debe a la falta de recursos económicos", afirmó, al recordar que cada hectárea de superficie reagrupada cuesta a la Administración autonómica 3.000 euros. "Si se dedican recursos puede resolverse en un plazo de seis a ocho años como máximo y, aún así es mucho tiempo", defendió.

Carballido justifica por ello la selección realizada de los proyectos de mayor viabilidad económica e interés social, así como de "clara" vocación agraria. "Una concentración parcelaria no es para hacer urbanizaciones de chalets", recalcó.

160.000 HECTÁREAS PENDIENTES

En la actualidad existen 171 zonas de concentración en Galicia, que suman casi 160.000 hectáreas --157.500-- y afectan a casi 120.000 propietarios. El 44 por ciento de la superficie en proceso de reagrupación se concentra en la provincia de A Coruña y, dentro de ella las comarcas de Ordes --con más de 15.000 hectáreas-- y Betanzos --entre 10.000 y 15.000-- son las que más proyectos registran.

"Queda mucho por hacer", reconoció el titular de Estruturas Agrarias, quien apunta, además, que su departamento tiene "en lista de espera" peticiones para iniciar procesos parcelarios en otras 250 zonas. "En la próxima legislatura seguiremos acabando todo e iniciaremos nuevos expedientes en zonas nuevas con interés, aunque con prudencia", manifestó.

"No se pueden concebir estas actuaciones a corto plazo, se ha tardado 50 años en concentrar 330.000 hectáreas y quedan otras 600.000", sostiene en referencia al objetivo de su departamento de destinar 900.000 hectáreas de superficie agraria útil a la producción de alimentos, esto es, algo más de una tercera parte del territorio gallego. Para ello sería necesario recuperar unas 200.000 hectáreas, hoy abandonadas.

"Si llegamos al 33 por ciento --desde el 25 por ciento actual-- nos acercamos a los países modernos", afirmó, en relación a casos como el de Francia, que dedica dos de cada cuatro hectáreas al cultivo de alimentos, es decir, el 50 por ciento de su territorio. "Hay que frenar la tendencia de abandono de la superficie agraria, aunque la población agraria activa haya pasado del 50 por ciento a una proporción que oscila entre el 5 y 10 por ciento", señaló.

Hasta la fecha, en Galicia se finalizaron 733 procesos de los que dependían 286.000 propietarios. A través de ellos, más de 3 millones de fincas se reagruparon en poco más de 550.000 y, de este modo, se actuó sobre una superficie que representa el 12 por ciento del territorio de la comunidad --332.225 hectáreas--.

Algo más de la mitad de las parcelas concentradas, el 51,8 por ciento, pertenecen a 162.503 propietarios residentes en distintas comarcas de la provincia de A Coruña, principalmente donde existe una relevante actividad agroganadera como en el caso de la de Ordes, Arzúa y Santiago, así como Xallas, A Barcala, Betanzos o Ferrol.

NUEVAS SOLUCIONES

Aparte de la concentración parcelaria clásica, Medio Rural puso en marcha a finales de año varias experiencias piloto vinculadas a nuevas modelos de estructuras agrarias, de tramitación más ágil, rápida y menos costosa, los polígonos de agrupación y de concentración.

Esta fórmula consiste en seleccionar una zona concreta de una parroquia, cuyos propietarios estén dispuestos a agrupar sus tierras y explotarlas de forma conjunta a través de una sociedad agraria de transformación, cooperativa o sociedad anónima. "En vez de concentrar 20 fincas de 1.000 metros, se creará una sola parcela de 20.000", explicó Carballido sobre los polígonos de concentración.

La primera iniciativa de estas características se está impulsado en el municipio ourensano de Castrelo de Miño, donde 55 propietarios juntaron sus tierras para conformar una sola finca en la que, en breve, comenzarán a cultivar vides como cooperativa, sin que ninguno de los socios pierda la titularidad de su parcela. Aparte de reducir la media de superficie habitual en una concentración, que suele abarcar una parroquia entera, también ahorran los costes de un proceso parcelario y su plazo de resolución.

En el caso de un polígono agrario de asociación, las actuaciones también se circunscriben a una zona delimitada del territorio de una parroquia, orientada al aprovechamiento agrario o forestal. En este caso, los propietarios apuestan por asociarse para crear una red de caminos de acceso a la propiedad conjunta, en lugar de habilitar un vial para cada una de las parcelas y su correspondiente gasto.

El objetivo, según expuso Carballido, es impulsar estas nuevas figuras en áreas definidas y sólo en la superficie agraria útil, al mismo tiempo que se complementan esas iniciativas con una investigación de la propiedad en el resto de la parroquia donde se realizan para futuras concentraciones o intervenciones de reestructuración agraria.

MENOR DEPENDENCIA DE FONDOS EUROPEOS

La apuesta de la Administración autonómica se encaminará a complementar ambos tipos de polígonos con el Bantegal y la creación de Unidades de Xestión Forestal, de forma que se contribuya a la ampliación de la superficie que precisan explotaciones agroganaderas y forestales para ser más competitivas a través de procesos que no disparen en exceso el gasto público.

"Hasta ahora los fondos europeos han sido muy importantes para el sector agrario, pero tenemos que optimizar todos los intrumentos que hay ahora y que la propia economía gallega sea capaz de generar recursos", manifestó en relación a la progresiva disminución de la aportación financiera de la Unión Europea.

No obstante, los procesos de concentración parcelaria no desaparecerán, como puntualizó Carballido, aunque sí se someterán a un estudio de viabilidad técnica, económica y social "riguroso" y "científico", a un informe de impacto medioambiental y una racionalización de la red de caminos y tamaño de las parcelas, de modo que se simplifiquen los accesos y se creen fincas más grandes.