PONTEVEDRA, 5 Jun. (EUROPA PRESS) -
Las elecciones en la Denominación de Origen (D.O.) Rías Baixas que se celebrarán en el mes de julio contarán con una participación de un mínimo de doce candidaturas, como quedó hoy de manifiesto tras la constitución de la junta electoral que supervisará los comicios.
En representación de las cooperativas solo se presentó una candidatura de consenso, que quedó automáticamente proclamada, si bien por parte del censo de Productores se presentaron tres, al igual que en el de Industrias, que representan a las pequeñas bodegas de menos de 40.000 litros, así como dos candidaturas por cada una de las tres subzonas de Salnés-Ribeira do Ulla, Condado-Soutomaior y O Rosal.
No obstante, esta docena podría recortarse si finalmente fructifica el diálogo que, hasta el 19 de junio, podría dar lugar a acuerdos como el que estarían dispuestos a suscribir los sindicatos Unions Agrarias, Sindicato Labrego Galego y Xovenes Agricultores para consensuar una única candidatura.
Al respecto, el delegado de la Consellería de Medio Rural, Gonzalo Constenla, admitió que no ve "ningún inconveniente" en la proliferación de candidaturas que, en su opinión, se debe a la pluralidad del sector vitivinícola. "Que haya puntos de encuentro es bueno, pero también lo son las diferencias y que las distintas concepciones de lo que es el Consello Regulador no queden tapadas por una falsa uninimidad", manifestó.
ELECCIONES
Las elecciones para designar a los 22 vocales que se sentarán en el Consello Regulador de la D.O Rias Baixas se celebrarán el 1 de julio y serán éstos quienes elijan a la persona que sustituirá a Marisol Bueno en la Presidencia los próximos cuatro años, con posibilidad de reelección para un cuatrienio más.
Además, Gonzalo Constenla destacó que el nuevo Consello Regulador deben "desvincularse definitivamente del poder político y pasar a tener personalidad jurídica propia con autonomía financiera y capacidad para actuar".
Así, destacó la "despolitización total, camino de la independencia" que tiene lugar "en el sentido de la profesionalización y de ser órganos con personalidad propia". "Ni siquiera el conselleiro tiene nada que decir y únicamente habrá de velar porque se cumplan sus objetivos", concluyó.
