Esta alternativa supone "un beneficio para el medio ambiente", frente a otras salidas que tienen "un consumo de energía impresionante"

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 11 Abr. (EUROPA PRESS) -

La empresa gallega Kinetika ha realizado un reciclado industrial de los residuos de estructuras eólicas resultantes de su actividad con el fin de convertirlos en obras de arte, y dar lugar así, a una exposición que se puede visitar en el Parque Tecnológico de Galicia (Tecnópole).

En declaraciones a Europa Press, la socia de Kinetika Marina Castro señaló que esta iniciativa nació de "la intención de aprovechar los restos del trabajo en el taller" para dar salida a una cantidad de chapa y otros elementos difíciles de aprovechar.

De esta manera, Castro señaló que esta medida se traduce en "un beneficio para el medio ambiente", a la vez que supone una "iniciativa solidaria", ya que el 15 por ciento de la recaudación que se haga de la venta de las obras se destinará a los damnificados de Haití.

Según subrayó esta socia de Kinetika, la empresa pensó en esta idea ya que trabaja "con gran cantidad de materiales de chapa", --ya sea laminada, de antidesgaste o negra--, que se transforma a través de vaciados o cizallados, algo que produce una serie de material sobrante, así como piezas con taras que "no tienen utilidad industrial".

"El intentar reciclar algunos elementos resultantes implicaría un consumo de energía impresionante, así como una gran contaminación por los variados procesos a los que tendría que ser sometido", resaltó a Europa Press.

Esta empresa se inauguró en septiembre de 2009 y se dedica a la implantación de infraestructuras científico-tecnológicas para la optimización de estructuras relacionadas con las energías renovables. Así, uno de sus primeros proyectos ha sido la patente de una torre eólica en forma octogonal que puede ser trasladada "fácilmente" en secciones, con el objetivo de poder prescindir de los transportes especiales, y ser montadas en su destino.

A la hora de transmutar simples residuos en elementos dignos de poder formar parte de una muestra, se siguen dos vertientes, por un lado "a veces queda una figura bonita de por sí una vez hecho el vaciado", por lo que, según explicó Castro, en ese caso a la estructura tan sólo se le aplican los barnices y pinturas sobrantes dando lugar a un aprovechamiento de los tres elementos. Mientras que por otra parte, se decide moldear y componer una figura estipulada mediante el punteo de las diferentes chapas.

62 PIEZAS A LA VENTA

En esta línea, Marina Castro mostró su satisfacción por las 62 piezas resultantes que definió como "innovadoras y sorprendentes", las cuales pueden comprarse a través de Internet. En concreto, esta trabajadora indicó que varias personas ya se han puesto en contacto con ellos mostrando su interés, aunque matizó que "es un poco difícil porque en época de crisis la gente no invierte en arte".

Asimismo, la exposición puede visitarse desde el pasado mes de marzo en el Centro de Empresas e Innovación (Edificio CEI) de Tecnópole que, a juicio de Castro, "ahora es menos soso". Estas figuras "vistosas y coloridas" las han realizado un equipo de personas de la empresa mientras que la propia Marina Castro se ha encargado de pintarlas.