Unas 5.000 personas reciben a Feijóo presidente, que ofrece "diálogo" para la crisis y "libertad" lingüística

Actualizado: sábado, 18 abril 2009 21:34

La plana mayor del PP arropa la "nueva etapa" entre 60 gaiteiros y pancartas de 'Las niñas de Feijóo' y 'El Obama gallego'

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 18 Abr. (EUROPA PRESS) -

Alberto Núñez Feijóo se dio hoy su primer baño de multitudes como presidente de la Xunta entre unas 5.000 personas que se desplazaron a la Plaza del Obradoiro para celebrar la vuelta del PP a la Xunta, un proceso que el ya jefe del Gobierno gallego se propone afrontar "con normalidad" y a través del "diálogo" para hacer frente a la crisis económica y para garantizar la "libertad" lingüística.

Este es el principal mensaje que el quinto presidente de la historia de la Autonomía lanzó durante la jornada de su toma de posesión, que vivió visiblemente emocionado tanto en el acto para prometer --y no jurar-- su cargo, como en la posterior celebración en el Obradoiro, una tradición implantada por el ex presidente de la Xunta, Manuel Fraga, y que Feijóo decidió mantener para dar el pistoletazo de salida a su mandato, aunque con una puesta en escena más austera que la de sus predecesores.

Tampoco rompió con la costumbre del presidente fundador del PP de acompañar la jornada con el sonido de gaitas, aunque prefirió hacerlo "en su justa medida", como reconoció en días pasados. Así, los 60 integrantes de la Real Banda de Gaitas de la Diputación de Ourense fueron los encargados de poner música al acto, lejos de los más de 5.000 gaiteiros que Fraga llevó en 2001 a su última toma de posesión, pero también del único gaiteiro que tocó en la entrada a Raxoi de Emilio Pérez Touriño, en la que se concedió todo el protagonismo a la música clásica de la Real Filharmonía de Galicia.

Feijóo ya es a todos los efectos presidente del Ejecutivo gallego, y así lo pone de manifiesto también que la página web oficial de la Xunta, que ya recoge la noticia de su toma de posesión en el Parlamento gallego, un saludo suyo como máximo mandatario de Galicia y su biografía, aunque en el apartado de discursos aún persisten los pronunciados por su predecesor, el socialista Emilio Pérez Touriño.

El papel de los ex presidentes ocupó una parte destacada de los discursos de Feijóo, que reconoció su "empeño por acertar". Los cuatro acudieron al acto oficial en la Cámara gallega, en el que Touriño fue el primero en felicitarlo por su investidura, pero sólo sus predecesores por el PP, Gerardo Fernández Albor y Fraga, se desplazaron a la celebración del Obradoiro.

"NUEVA GENERACIÓN POLÍTICA"

El presidente fundador del PP fue uno de los más aplaudidos, también cuando Feijóo le hizo un reconocimiento especial, a pesar de su intención de encabezar una "nueva generación política". Así, recordó que, poco después de tomar las riendas del PPdeG, en enero de 2006, le aseguró a Fraga que los populares recuperarían la Xunta.

"Y aquí estamos humildemente, para servir a Galicia", resolvió, dando por cumplida aquella promesa a quien, años antes, lo había traído de Madrid para encargarle la dirección de la Consellería de Política Territorial y, posteriormente, la Vicepresidencia primera del anterior Gobierno popular.

Los aplausos sonaron en numerosas ocasiones en la conocida plaza compostelana, aunque fueron las alusiones de Feijóo a la cuestión lingüística las que más entusiasmaron al público. Con todo, la euforia de los populares por la victoria electoral se contuvo en la celebración de hoy, a la que no faltaron los principales dirigentes del partido a nivel nacional, desde el propio presidente, Mariano Rajoy, hasta María Dolores de Cospedal, Esperanza Aguirre, Alberto Ruiz Gallardón, Ana Pastor o Soraya Sáenz de Santamaría.

El presidente del PP, gallego de nacimiento, tuvo especiales dificultades para atravesar al Obradoiro, entre aplausos y peticiones de besos y abrazos por parte del público. De ellos, el más insistente fue un hombre que portaba una bandera de España y que no se dio por vencido hasta recibir el saludo de Rajoy. Otro de los más solicitados fue el 'número dos' del PPdeG y futuro conselleiro de Presidencia, Alfonso Rueda, que accedió pacientemente a los requerimientos que le formularon militantes y simpatizantes populares.

GRITOS Y PANCARTAS

En el emotivo día para Feijóo, su familia tuvo también un especial protagonismo y, así, su novia, la periodista Chinny Gámir, fue la encargada de acompañar al nuevo presidente en su entrada al Parlamento, que tampoco se perdieron ni sus padres, Saturnino y Sira, ni su hermana, Micaela.

Por no faltar, en la jornada de hoy no faltaron ni 'las niñas de Feijóo' ni otras pancartas como 'El Obama gallego', 'Enhorabuena' o 'O momento é chegado --el momento ha llegado--'. Gritos de 'guapo' y 'presidente' interrumpieron la intervención del jefe del Gobierno gallego en el Obradoiro, un acto menos encorsetado que el del Parlamento, donde Feijóo sólo se saltó el discurso para elogiar la figura de Su Majestad el Rey.

También el sonido de las campanas de la Berenguela tuvo su momento en la celebración a los pies de la Catedral compostelana, uno de los muchos en los que al presidente de la Xunta se le quebró la voz por la emoción de una jornada en la que, según él mismo confesó, tuvo "sentimientos y emociones mezcladas".

En clave personal, Feijóo aprovechó el acto del Obradoiro para asumir sus nuevas responsabilidades con "humildad" y con la convicción de que la Presidencia de la Xunta es un cargo temporal. Los clásicos como Terencio le sirvieron para garantizar que "nada humano le es ajeno" durante un día en el que tampoco faltaron alusiones a galleguistas como Ramón Piñeiro, a Álvaro Cunqueiro, o al poeta portugués Pessoa.

SANTIAGO: SU CIUDAD

También se refirió por primera vez a Santiago, y no a Vigo --donde residió hasta ahora--, como su ciudad, toda vez que en los próximos días materializará su traslado a la residencia oficial de Monte Pío.

Por esta razón, Feijóo agradeció de forma especial la presencia del alcalde de la capital gallega, Xosé Sánchez Bugallo, el único cargo socialista que acudió al Obradoiro. Además de Bugallo, el presidente de la Xunta también agradeció de forma conjunta la presencia de Aguirre y Gallardón, que aparcaron sus diferencias y se besaron a su llegada a la plaza compostelana.

Al término de su discurso y tras agradecer con la mano en el pecho el apoyo del público en pie, Feijóo se fundió en un caluroso abrazo con su padre y se dispuso a escuchar el Himno Gallego, interpretado por la cantante gallega Lucía Pérez.

La Muiñeira da Ponte Sampaio, con la que los gaiteiros abandonarán el Obradoiro, puso el broche final a un acto que reunió a miles de personas para arropar al ya presidente gallego, que coincidieron con los invitados a las tres bodas que se oficiaban en el Ayuntamiento a la misma hora.

Las condiciones meteorológicas se aliaron con el nuevo presidente del Ejecutivo autonómico, que contó con sol a su salida del Parlamento y a la llegada a la Praza do Obradoiro y tuvo suerte de que la lluvia se contuviese justo hasta que los gaiteiros abandonaron el Obradoiro, cuando empezaron a caer unas gotitas.

Poco antes de que se iniciase un chaparrón, Feijóo y el resto de autoridades abandonaron la Plaza, un proceso especialmente dificultoso para el presidente de la Xunta, que quedó prácticamente atrapado entre la multitud durante una media hora. Núñez y los miembros de su partido tuvieron que repartirse entre dos comidas convocadas para celebrar la nueva etapa, una con emigrantes y, otra con varios dirigentes del PP, como Rajoy, Fraga o los presidentes provinciales.