Los acusados del crimen de Churruca (Vigo) alegan que fueron atacados antes por la víctima, que iba con una "pandilla peligrosa"

Actualizado: lunes, 6 octubre 2008 22:23

Testigos policiales confirman que hubo un cuarto detenido, menor de edad, que finalmente no fue imputado

VIGO, 6 Oct. (EUROPA PRESS) -

Los tres acusados por la muerte de José Luis Viéitez alegaron hoy que fueron atacados por la víctima y por sus acompañantes, a quienes calificaron de "pandilla peligrosa de gitanos", y negaron haber agredido al joven con ánimo de causarle la muerte.

En la vista que se inició hoy en la sección quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra en la ciudad olívica, Carlos Enrique M.G., de 20 años de edad, John Harby B.M., de 20 años y su hermana Carol Viviana B.M., de 26 años, acusados por la Fiscalía y por la acusación particular como coautores de homicidio, declararon ante el tribunal, aunque sólo contestaron a las preguntas de sus respectivos abogados defensores.

Así, John Harby manifestó que tuvo una refriega con la víctima en la zona del Náutico porque José Luis estaba agrediendo a otro chico, y confirmó que conocía de vista a Viéitez y a sus amigos, a quienes calificó de "muy peligrosos". También reconoció que, en la noche de autos (del 28 al 29 de octubre de 2006), volvió a encontrarse con ese chico, su hermano y sus amigos en una zona de copas y que éstos le insultaron y golpearon, por lo que reclamó la ayuda de su hermana y de su amigo Carlos Enrique.

Según su testimonio estaba "aterrorizado" y, cuando su hermana, a la que vio con una navaja en la mano, quiso defenderlo, también fue agredida. Posteriormente, relató que abandonó el lugar y se fue a su casa, sin atacar con la navaja a José Luis, al contrario de lo que sostiene la acusación.

BOTELLAZO

Su hermana Carol Viviana, que también declaró esta tarde, manifestó que fue agredida e insultada por la víctima y sus acompañantes y reconoció que "alguien" puso en su mano una navaja, que sostuvo "durante unos pocos segundos", pero negó haber intimidado o atacado con esa arma al ahora fallecido.

No obstante, admitió haberle golpeado en la cabeza con una botella, para defender a su hermano aunque precisó que "no tenía intención de acabar con su vida" y, de hecho, explicó que actuó con la "cabeza nublada" y que se sintió "muy arrepentida" por haber propinado el botellazo al chico. Tanto ella como su hermano, paran quienes sus abogados pidieron la libre absolución, afirmaron haber colaborado con la Policía y aseguraron que tuvieron problemas de adaptación, ya que son inmigrantes colombianos.

Carlos Enrique M.G., que prestó declaración ante el tribunal por la mañana, reconoció haber asestado varias puñaladas a la víctima, aunque "sin intención de matar", sino llevado por el "pánico" al ver que José Luis Viéitez y sus amigos agredían a los acusados. Su letrado pidió que se le acuse de un delito de lesiones con resultado de muerte, con la eximente de alteración psíquica, y los atenuantes de arrebato, confesión, miedo insuperable y dilaciones debidas.

TESTIGOS

En la sesión de hoy también declararon como testigos varios policías nacionales que actuaron en la noche de los hechos. Entre ellos dos agentes que patrullaban la zona vestidos de paisano y que fueron comisionados por la sala del 091 por la pelea que se había producido, así como otros agentes que acudieron al lugar tras producirse el crimen.

Según relataron algunos de esos policías, un portero de uno de los locales de copas se ofreció a realizar una batida con ellos para intentar localizar a las personas implicadas en la pelea. Así fue como encontraron a un chico, de nacionalidad uruguaya y menor de edad, que fue identificado por este portero como uno de los participantes en la reyerta, y que fue puesto a disposición de la Fiscalía de Menores, aunque finalmente no fue imputado.

Asimismo, otro de los agentes declaró haber auxiliado en primera instancia a Viéitez, que se encontraba herido y sangrando abundantemente. El policía explicó que presentaba al menos dos heridas por arma blanca en la espalda y también varias por delante, de las que estaba siendo atendido por una joven que afirmó ser ATS.

Fiscalía y acusación particular piden 15 años de prisión para cada uno de los tres imputados, como coautores de un delito de homicidio con agravante de superioridad. La sesión se reanudará mañana a las 10.00 horas.