Una veintena de personas, entre las que estaba el regidor local de Poio, le acompañan en el baño, ante la expectación del público
PONTEVEDRA, 29 Abr. (EUROPA PRESS) -
El alcalde de Pontevedra, Miguel Fernández Lores (BNG), cumplió hoy su compromiso de bañarse en el río Lérez como acto para celebrar el fin de las obras de saneamiento realizadas y, al salir, resaltó que el agua estaba "fría pero limpia". Reconoció que para lograr la total recuperación del río y de la ría de Pontevedra quedan "cosas por hacer", citando el saneamiento del 50 por ciento del rural y el traslado de Ence.
En un acto vinculado a la 'Festa do Río', con la que el Ayuntamiento de Pontevedra celebra el remate de las obras de saneamiento del Lérez, el alcalde de Pontevedra se zambulló esta tarde desde un pantalán situado entre los puentes de O Burgo y de Santiago. Tras una experiencia que calificó de "impactante", Miguel Fernández Lores señaló que el agua estaba "fría, pero limpia", ya que no tenía "ni el más mínimo mal sabor".
Con él se bañaron también una veintena de personas, entre las que estaban el regidor local de Poio, Luciano Sobral. Ambos discrepaban tras la inmersión sobre la temperatura del agua; mientras que para Fernández Lores estaba "muy fría", Sobral decía lo contrario. No obstante, coincidieron en que la principal dificultad era la fuerte corriente que les arrastraba.
Para supervisar la seguridad de los bañistas, una zodiac de salvamento del 112 y otra con buzos de los Bomberos de Pontevedra se situaron junto a la zona acotada por las corcheras. En tierra firme, se podían contar hasta seis agentes de la Policía Local.
Además de los alcaldes de Poio y Pontevedra, también se tiraron al agua el nadador paralímpico pontevedrés Pablo Cimadevila; el presidente de la Asociación Protectora de Animales, Wolfgang Katscher; representantes del Torneo Europeo de Policías y Bomberos que se celebrará en Pontevedra el próximo mes de junio; jóvenes del club de natación Galaico de Pontevedra, como Nerea Rodiño; y los atletas pontevedreses Saleta Castro y Omar González, entre otros, formando un grupo de una veintena de bañistas.
MUCHOS CURIOSOS
En los momentos previos al baño, se repartían gratuitamente camisetas de colores con el lema 'Puro Lérez'. El alcalde de Pontevedra llegó a las inmediaciones del pantalán vestido de traje y corbata --para asistir a una entrega de trofeos posterior-- y su primer comentario, tras echar un vistazo al nivel del agua, fue que la altura de la marea "era perfecta".
El 'baño simbólico' del alcalde generó expectación, de manera que muchos vecinos y curiosos se acercaron hasta el pantalán o se agolparon en la barandilla del puente de Santiago o al otro lado del río, desde la Avenida de Buenos Aires. Tampoco faltaron concejales nacionalistas de Pontevedra y Poio, así como representantes de algunos colectivos socio-culturales de la ciudad. Fernández Lores llegó a decir, una vez fuera del agua, que le había resultado "estresante" haber sido el foco de "tantas miradas".
A cinco minutos para las seis, Fernández Lores salió de una carpa en la que se cambió de atuendo. Lucía un bañador largo con flores estampadas y una camiseta blanca de 'Puro Lérez'. Le seguían el alcalde de Poio, Luciano Sobral, con una camiseta igual y un bañador de cuadros. Hasta dos veces se llegó a zambullir el regidor de Pontevedra; la segunda a petición de los medios gráficos, que le habían seguido desde una lancha.
RECUPERAR UN ESPACIO DE OCIO
Al finalizar su baño, Miguel Fernández Lores señaló que "hasta hace 50 años el Lérez había sido un espacio de ocio y vida". Las obras de saneamiento acometidas pretendían, según dijo, que "volviera a serlo", lo que calificó como "un paso importante". El alcalde reconoció que para lograr el saneamiento del río Lérez y la ría de Pontevedra quedan "cosas por hacer", citando el saneamiento del 50 por ciento del rural y el traslado de Ence.
"Los pontevedreses tenemos que estar orgullosos del río que tenemos", añadió el alcalde, según el cual el sistema de depuración de las aguas residuales implantado es "de los mejores de España y el mejor de Galicia". El objetivo de este "baño simbólico" como lo calificó, era "dar a conocer a la ciudadanía el alcance de las obras de saneamiento realizadas, que suponen tener el 98% de los vertidos controlados".
No obstante, recomendó a la población que se abstenga de imitar esta experiencia a no ser con "todas las medidas de seguridad". En este sentido, anunció que a largo plazo uno de los objetivos del gobierno local es llegar a acotar -en una zona del río menos próxima a su desembocadura- una zona de baño.
BAÑO EN PALOMARES
A preguntas de la prensa, Fernández Lores señaló que las comparaciones con el baño que se había dado Manuel Fraga, en su época de ministro, en Palomares eran "inevitables" pero que no tenían "nada que ver". "Esto fue un acto de satisfacción y alegría y aquello un acto de guerra", explicó el alcalde.
