OURENSE, 27 Feb. (EUROPA PRESS) -
El presidente del PP de Ourense, José Luis Baltar, volvió hoy a referirse a la vida personal del líder del BNG, Anxo Quintana, apelando a los "rumores" que, según dijo, hay en la tierra natal del también vicepresidente de la Xunta, la localidad ourensana de Allariz.
En el mitin de cierre de campaña del PP en Ourense, Baltar, que intervino dos veces ante el retraso del candidato a la Presidencia de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, sacó a colación las insinuaciones que lanzó ayer contra la vida personal de Quintana y que, según recordó el dirigente popular, "dice que son mentira".
Para justificarse, Baltar aseguró que él "sólo" se hizo eco de los "rumores que se oyen en su pueblo". "Yo no lo vi, yo no estuve allí. Es lo que dicen, que demuestre que no es verdad", dijo sin aclarar a que se refería en concreto.
El pasado lunes, en otro mitin Baltar señaló: "No hay derecho a que con quien es el encargado de cuidar de las mujeres, se den los hechos que se dan. Algunos ya saben de lo que hablo: pusimos al ratón a cuidar del queso".
Pese a que por la mañana Feijóo pidió disculpas "en nombre del PP" por unos insultos vertidos por Baltar contra el cabeza de cartel del PSOE por Ourense, Manuel Vázquez, por la tarde el presidente del PP de esta provincia retomó su campaña de insinuaciones personales contra Quintana.
El barón del PP realizó estas declaraciones delante de Mariano Rajoy, mientras aguardaban la llegada del candidato del PP a la Presidencia de la Xunta. Previamente, en su primera intervención, Baltar pidió "disculpas" a "todo el que se pudiera sentir ofendido" por los insultos que ayer profirió contra Manuel Vázquez, a quien llamó "maricón, miserable y sinvergüenza", reacción que atribuyó al "fragor de la campaña".
"Nada más lejos de mi intención, insultar a nadie", confesó Baltar en el mitin de cierre de campaña, y se dirigió en especial al colectivo gay. "Somos humanos, nos equivocamos muchas veces", admitió, pero se justificó porque durante la campaña electoral "uno se pasa de revoluciones". Minutos después recuperó su estilo político de insinuaciones personales, en este caso contra Quintana.
