Beiras advierte de que la deslocalización empresarial perjudica al tejido productivo del primer y del tercer mundo

Actualizado: martes, 30 octubre 2007 20:36

Asegura que la "recolocación" de empresas en países subdesarrollados crea "desempleo y paro" en la economía la región de origen

VIGO, 30 Oct. (EUROPA PRESS) -

El catedrático de Estructura Económica Xosé Manuel Beiras, advirtió hoy en Vigo del doble efecto perjudicial de fenómeno de la deslocalización de empresas de países desarrollados a otros en vías de desarrollo al considerar que es "destructiva para el tejido productivo" de ambas zonas.

Beiras participó hoy en un debate titulado 'La fuga de la industria a los países subdesarrollados', celebrado en Vigo en el marco del Simposio Pobre Mundo Rico, en el que avisó de que las prácticas de "recolocación" de empresas en países subdesarrollados crea "desempleo y paro" en la economía del país de origen, al trasladarse a otros en los que sale más barato instalar la producción y donde se "sobreexplota a las fuerzas de trabajo".

Asimismo, también incidió en que los productos fabricados por las multinacionales en países subdesarrollados se comercializan en el primer mundo, "y generan una competencia insostenible a los fabricados aquí".

El economista destacó que el fenómeno actual de deslocalización "no es algo nuevo" ni propio de la globalización, puesto que siempre fue parejo a la expansión del capitalismo. Sin embargo, destacó la peculiaridad de que, si bien indicó que existe "una total liberalización del capital, no es así con las fuerzas de trabajo", por lo que las empresas se "recolocan" en las regiones geográficas "de la periferia o incluso de la periferia de la zona centro", donde tienen menores costes.

En este sentido, el analista del Igadi, Roberto Mansilla, destacó que el procedimiento de deslocalización busca "los mayores beneficios para la empresa" a pesar de que "el producto final no sea favorable debido a la poca capacitación de la mano de obra".

CHINA.

Por su parte, la directora de la ONG Amarante, Fernanda Couñago, apuntó el caso concreto de China, donde "todas las multinacionales textiles tienen alguna parte de producción deslocalizada" y donde los trabajadores, en su mayoría mujeres, sufren constantes vulneraciones de sus derechos, con jornadas laborales de 12 horas, sueldos "míseros", casos de acoso en el trabajo o de represión sindical.

En este sentido, destacó otros países en los que también hay una gran concentración de industria textil como Bangladesh, India, Marruecos o Turquía y destacó que "las empresas sí tienen margen para mejorar las contrataciones". De este modo, subrayó que si se doblaran los sueldos de las plantillas, sólo repercutiría en un aumento de dos céntimos en el precio final de los productos.

Así, explicó que los costes salariales sólo suponen el 55 del precio de los artículos textiles y puso como ejemplo que, de los 90 euros que pueden costar unas zapatillas deportivas Nike, un trabajador de la fábrica de Indonesia sólo recibe 0,34 céntimos.

MICROFINANZAS.

Otro de los actos celebrados hoy en Vigo en el marco del simposio sobre la pobreza, fue la conferencia de la directora del proyecto Pro-Mujer para Latinoamérica, Carmen Velasco, titulada 'Microfinanzas: un instrumento para el desarrollo' y en la que abordó la experiencia de esta organización, con 18 años de actividad, nacida con el objetivo de fomentar la "autonomía de la mujer y su propia autoestima", además de ayudar a reactivar la economía.

Velasco explicó que esta iniciativa, que actualmente se realiza en zonas periurbanas de Bolivia, Perú, Nicaragua, México y Argentina cuenta a día de hoy con un total de 180.000 clientas y una cartera activa de 32 millones de dólares. Además, cada préstamo para las microfinanzas, que es de 50 dólares, es devuelto en el 99% de los casos.

Según explicó la directora de Pro- Mujer, esta iniciativa, por la que se presta apoyo financiero, de formación y de carácter social a las mujeres emprendedoras, es un elemento dinamizador de la economía que es "perfectamente extensible a otros países de América" e incluso de África donde, según concretó, "puede ser un instrumento poderosísimo contra la exclusión de la mujer".