Un testigo de la defensa asegura que el acusado llevaba de forma "habitual" un mochila con gasolina porque practica motocross
VIGO, 23 Oct. (EUROPA PRESS) -
Los bomberos que declararon hoy en el juicio que se sigue en la Sección 5º de la Audiencia Provincial de Pontevedra en Vigo contra Sergio G.P., de 26 años de edad, como presunto autor de la muerte de Pablo D.F., de 23 años, confirmaron que el escenario de este crimen, una vivienda en la parroquia viguesa de Teis, fue incendiada con un acelerante --gasolina u otro combustible--, pero no con la suficiente cantidad como para que se propagase el fuego.
Así lo manifestó uno de los miembros del Servicio municipal de Extinción que acudió a la casa el día en que se produjo el crimen, en julio del pasado año. En su declaración confirmó que "no fueron necesarias medidas de extinción", porque al llegar ya no había llamas en la vivienda, sino que los bomberos se limitaron a ventilarla debido a que estaba llena de un humo "negro y muy denso".
El bombero explicó que, una vez realizada esta operación, inspeccionó la casa y comprobó que había estancias con muebles y enseres quemados, como la habitación principal o el salón, y signos de que se había utilizado un acelerante debido a unos "cercos característicos" y al olor que impregnaba el ambiente.
No obstante, explicó que los indicios mostraban que no se había usado el suficiente acelerante para que ese incendio se propagase y alcanzase mayores dimensiones. Esta circunstancia, unida a la falta de oxígeno (las ventanas estaban cerradas) y a la de calor suficiente, provocó que el fuego se extinguiese por sí sólo antes de que llegasen los bomberos.
Según esta declaración, habría dos focos claros de fuego, en el dormitorio y en el salón, donde se localizó el cuerpo de Pablo D.F. con signos de que había sido impregnado con algún combustible. Además, había indicios de que se había utilizado un hornillo de la placa vitrocerámica para prender fuego a unos trapos o elementos similares y propagar las llamas.
MÁS DECLARACIONES.
Otro de los bomberos que declaró en la sesión de hoy confirmó que el cuerpo de la víctima estaba depositada boca en arriba en el salón, estancia que estaba cerrada y en la que había más humo. El cadáver estaba calcinado y con un cojín o taburete tapándole la cara.
Los policías nacionales que declararon esta tarde explicaron que la novia de la víctima afirmó en su día que ella tenía "una relación de amistad" con el acusado. De hecho, Sergio G.P. tenía hasta tres números de teléfono en su móvil que se corresponden con la chica, aunque registrados con otro nombre, y llamó a uno de ellos (al trabajo) el día de los hechos para advertirle de que su casa estaba ardiendo y que su novio "estaba en peligro".
Por último, y a petición de la defensa, compadeció un amigo de Sergio, trabajador de una tienda de recambios de Redondela (Pontevedra), a la que supuestamente se dirigía el acusado el día de los hechos, cuando paró en casa de Pablo. Este testigo confirmó que era "habitual" que el acusado llevase una mochila con objetos para practicar motocross, al que es aficionado, como gasolina, bujías o traje de aguas.
En la jornada de mañana, se reanudará la vista a partir de las 10.00 horas y está prevista la comparecencia, entre otros testimonios, de los expertos forenses que analizaron el cuerpo de la víctima y que se den a conocer los resultados de análisis y pruebas realizadas por la Policía Científica de Madrid.
