OURENSE, 29 May. (EUROPA PRESS) -
Cientos de vecinos mostraron hoy su apoyo al alcalde ourensano del Ayuntamiento de Calvos de Randín, el socialista Aquilino Valencia, ante la moción de censura que formalizaron hoy los cuatro ex ediles del PP y el concejal disidente del PSOE y ex teniente de alcalde, José Manuel Andrade.
El regidor municipal se sometió a la moción de confianza esta tarde en un pleno donde repasó los asuntos de actualidad en su año de gobierno para "desmontar" las "mentiras" de los ediles que promueven la moción de censura.
Aquilino Valencia estuvo arropado por varios vecinos y la cúpula provincial del PSOE con el secretario de Organización, Miguel Fidalgo; la parlamentaria Laura Seara; el delegado provincial de Política Territorial, Raúl Fernández; la delegada de Presidencia, Concepción Camiña; y el delegado de Educación, Gonzalo Iglesias Sueiro, así como simpatizantes y militantes del PSOE.
La sesión plenaria se desarrolló durante una hora y el alcalde socialista fue respaldado ante la ausencia de debate por la no comparecencia de los miembros de la corporación municipal que protagonizarán la moción de censura.
Aquilino Valencia señaló que tanto los ex ediles del PP como el ex teniente de alcalde "no buscan los intereses del pueblo" sino que "buscan los particulares a toda costa".
En su intervención, señaló que "no encajaron la derrota" pero cree que su actuación "les pasará factura" en las próximas elecciones municipales.
El pleno municipal fue interrumpido en varias ocasiones por los vecinos que coreaban "Andrade ladrón devuélvenos los votos" y mostraban su respaldo al todavía alcalde.
Aquilino Valencia negó también "trato de favor" hacia la entidad bancaria donde trabaja su mujer -tal como denunciaban los ex ediles del PP- y presentó documentación sobre las operaciones económicas de la institución municipal.
Mientras, la portavoz de los ex ediles del PP, Sandra Rodríguez, insistía en que no comparecieron a la sesión donde se debatía la moción de confianza porque era un "acto propagandístico" con la finalidad de generar un "clima de crispación social".
