SANTIAGO DE COMPOSTELA, 11 Abr. (EUROPA PRESS) -
De los doce millones de gafas de sol vendidas el año pasado, el 80% de las mismas no pasaron ningún control de calidad, según datos del Colegio de Ópticos-Optometristas de Galicia, que consideró que el dato es "muy significativo" ya que ha provocado un aumento considerable del número de personas con problemas visuales producidos por la acción de los rayos ultravioleta en los ojos.
En un comunicado, los ópticos gallegos recordaron que la utilización de unas gafas que no cumplan con los requisitos de calidad necesarios pueden llegar a ocasionar cataratas, pérdida de visión central, quemaduras cutáneas, lesiones degenerativas de la piel de los párpados y lesiones en la córnea y conjuntivitis.
Los síntomas que indican que puede existir algún defecto visual producido por unas gafas de mala calidad, son el escozor en los ojos, sensación de arenilla, fotofobia, dolor y lagrimeo excesivo. Ya que los ojos son veinte veces más sensibles a los rayos ultravioletas que la piel, se recomienda el uso de gafas certificadas cuando los ojos estén expuestos al aire libre, sobre todo en verano, al mediodía, en la playa o en el agua, practicando deportes de altitud y si se consumen medicamentos que pueden producir fotosensibilidad.
El Colegio de Ópticos también indicó que hay que tener precaución con las exposiciones prolongadas al sol, sobre todo si se trata de niños (tienen los ojos mucho más sensibles que los adultos), personas mayores y deportistas.
Son preferibles las lentes de alta calidad porque las de baja calidad dejan pasar la radiación solar. En el caso de ser miope, hipermétrope o astígmata, hay que poner especial atención a la compensación óptica de las lentes en el caso de adquirir gafas de sol graduadas.
GAFAS ADECUADAS
El Colegio de Ópticos-Optometristas de Galicia recordó la necesidad de elegir unas gafas de sol adecuadas, de calidad y con lentes que protejan el ojo al cien por cien de los rayos ultravioletas con el fin de evitar importantes lesiones oculares.
A la hora de elegir unas gafas adecuadas hay que tener en cuenta que impidan que lleguen al ojo las radiaciones dañinas, como el infrarrojo y el ultravioleta, y reducir la intensidad de las radiaciones visibles para evitar el deslumbramiento y proporcionar una visión nítida y confortable.
