La crisis y la preocupación por la abstención de PSdeG y BNG centran los discursos previos a la recta final

Actualizado: domingo, 22 febrero 2009 11:36

Feijóo y Touriño protagonizan la mayoría de las anécdotas por su presencia en la calle frente a un Quintana retranquero y afónico

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 22 Feb. (EUROPA PRESS) -

Las tres formaciones políticas se enfrentan desde mañana a los últimos cinco días de la campaña electoral, que hasta ahora ha tenido en la crisis económica y en la movilización del voto la base de los discursos.

PSdeG y BNG se han mostrado preocupados por la abstención y, de este modo, han dedicado los primeros días de la carrera hacia las urnas a tratar de movilizar a los votantes, conscientes de que una elevada ausencia de ciudadanos en las urnas le daría a los 'populares' la única posibilidad de gobernar.

En este sentido, los guiños del candidato del PPdeG, Alberto Núñez Feijóo, a los decepcionados con el bipartito son constantes, convencido de que la sociedad está "harta" y comparte el "único grito" de que "ya está bien" de bipartito y de que "hay que cambiar".

También confía en sus posibilidades de lograr la mayoría absoluta a los jóvenes, convencido de que este colectivo está "cada vez más orgulloso de ser votante del PP" y, por eso, ha llamado a los menores de 30 años a que se movilicen y acudan a votar el domingo electoral.

Por su parte, el aspirante a la reelección a la Presidencia, el socialista Emilio Pérez Touriño, sabedor de que la desmovilización y la escasa participación electoral juegan en su contra reclama en cada una de sus intervenciones públicas la movilización masiva.

También lo hace el candidato del BNG, Anxo Quintana, que desde el primer día apela al voto "masivo" para que Galicia "siga avanzando" y no vuelva al "retraso" que propone el Partido Popular, que sitúa "más lejos aún" de los gobiernos de Fraga, en relación a la "derecha española más radical".

CRISIS ECONÓMICA

Las propuestas ante la crisis económica de los socialistas están enfocados en la recuperación del empleo y la economía como eje principal, es decir, la lucha contra la actual coyuntura.

Además, la apuesta del secretario xeral del PSdeG en sus mítines es la de explotar su imagen institucional y poner en valor el trabajo hecho durante la pasada legislatura, de modo que se erige como garantía del avance y el progreso de Galicia.

Es también una constante de los discursos políticos de Feijóo y, para superarla, promete trabajar "a tope", ya que considera que en la "tormenta" actual se necesita un "único patrón" con "un timón fuerte" y una "tripulación tirando". Como aval pone su trayectoria política al frente de organismos como Correos o el Insalud.

En sus intervenciones, Quintana avisa de que sólo el BNG como fuerza "propia" del país llevará a cabo una economía "pensada para y por los gallegos", argumentado que así lo hizo la formación en esta legislatura. A este respecto, contrapone el "despido libre" que promete Feijóo con la necesidad de la "intervención pública" en la economía para superar la crisis.

La trama de espionaje en Madrid y la Operación Gürtel que salpica al PP están prácticamente ausentes en su discurso político, algo que ha justificado en alguna ocasión por su intención de hablar de los problemas de Galicia, en lugar de estos asuntos de "espías y piratas".

PSdeG y BNG sí han cargado tintas contra el PP por la trama de espionaje y la corrupción, y mencionaron que Luis Carrera tuvo que ser apartado de la lista por Ourense o se refirieron a las imputaciones por corrupciones para censurar su actuación. Touriño lo resume con que: "un partido que no es capaz de gobernar su casa no puede gobernar un país".

Asimismo, los socios del bipartito mantienen un pacto no escrito de no agresión, que sólo se saltó el PSdeG con las críticas a la participación de un mitin de Quintana en Oia con mayores que no estaba programado en sus actividades para ese día, entre las que estaban una excursión a Portugal.

Por su lado, el líder nacionalista eliminó de sus discursos las referencias al voto emigrante y con ellas, las críticas al Partido Socialista, y sólo la 'uno' por Pontevedra, Teresa Táboas, habla de "una fuerza política que se dedica a expedir certificados" par que los residentes en el exterior puedan ejercer el derecho a sufragio, algo que censura.

ANÉCDOTAS

Además de los discursos, los tres líderes políticos son protagonistas de varias anécdotas, sobre todo Núñez Feijóo y Pérez Touriño, que hasta ahora son los que más han salido a la calle a hacer campaña.

Feijóo se encontró la primera noche con una mujer vestida con una bata de casa en su mitin, aunque al día siguiente fue Rajoy el que mayor número de historias recogió en su paseo por Camariñas, en donde compró un pañuelo para su mujer con dinero que tuvo que pedir prestado y previo regateo ineficaz.

En Sanxenxo, Feijóo se confundió y llamó Carolina a la alcaldesa de la localidad, Catalina González. "¿En qué estaría pensando?", se preguntó el líder popular, y respondió que en Carolina de Mónaco, quien, dijo, era "la mujer que más me gustó cuando era pequeño".

Además, en una visita a una granja, el líder 'popular' preguntó al dueño por qué todas las vacas tenían nombre de mujer, a lo que el propietario respondió: "Son hembras, no les voy a llamar Julián".

El PP es el único partido que pone pinchos a los periodistas de la caravana, que estos días tienen menos tiempo de lo habitual. Tanto es así que uno de ellos aprovechó un rato libre entre el acto sectorial de la mañana y el mitin de la tarde para improvisar un corte de pelo en un centro comercial de Vigo.

A pesar de que la mayoría de las personas que se acercan al socialista optan por felicitarle por su gestión al frente de la Xunta y dando por hecha su victoria en las urnas el próximo 1 de marzo, algunos ciudadanos aprovecharon la cercanía del líder para exponerle su situación personal y su grado de afectación por la crisis.

Es el caso, por ejemplo, de una señora que, en Santiago, reprochó a Touriño que "los de fuera tienen trabajo y los gallegos no" y le advirtió de que, si no encuentra una solución, la gente "tendrá que ir a robar".

En la capital gallega, la nota graciosa la puso el regente de un puesto de hortalizas, que confundió al presidente de la Xunta con el regidor local, Xosé Sánchez Bugallo. "Nos parecemos, somos como primos", rió Touriño, mientras que el alcalde consideró que la confusión partía de "la altura", debido a la diferencia de centímetros entre los dos dirigentes.

Días después, en Vigo, el líder socialista tuvo la oportunidad de posar en fotografías con diversos viandantes e incluso llegó a firmar autógrafos a unas jóvenes que se lo solicitaron, y el baño de masas se completó con una versión de 'A Rianxeira' con su nombre que le dedicó un grupo de mujeres de Vilaxoán en el mitin de Vilagarcía.

RETRANCA GALLEGA

El líder nacionalista, afónico desde el primer día de campaña, todavía no se ha dejado ver demasiado por las calles y las anécdotas vienen dadas más por el uso de la retranca gallega. Así, en uno de los mítines erró con el nombre de Fraga y le llamó Franco. "A veces me confundo", dijo ante la risas del auditorio, al que le aseguró que en esa ocasión no había sido a propósito.

Además, su presencia en el formato de debate con la ciudadanía propició que una de las participantes le asegurase que la problemática del 'botellón' le preocuparía cuando sus gemelos creciesen, algo de lo que tomó nota. Precisamente, sus hijos de tres años le acompañaron en el mitin de su villa natal, en Allariz el pasado domingo.

Quintana también ha recalculado en varias ocasiones, al igual que el GPS del bus de los periodistas que sigue la campaña, el valor de la nevera que llevaba en el maletero de su coche oficial, que pasó en un día de costar 30 a 40 euros, precio que fijó definitivamente tras conocer que había una especie de 'apuesta" entre los medios.