Crónica.- Touriño y Quintana escenifican un bipartito con "salud" y Feijóo reprocha que tenga "dos presidentes"

Actualizado: martes, 2 octubre 2007 22:09

El ambiente de crispación entre los grupos impide llegar a consensos, excepto en el complemento de las pensiones no contributivas

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 2 Oct. (EUROPA PRESS) -

El presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, y el vicepresidente, Anxo Quintana, emplearon la primera sesión del Debate sobre el Estado de Autonomía para escenificar que el bipartito "goza de salud" y para dejar patente "la intensidad y profundidad del cambio" en el ecuador de la legislatura, frente a las críticas del presidente del PPdeG, Alberto Núñez Feijóo, a un gobierno del cual atacó que está "partido" y cuenta "con dos presidentes".

Los socios de Gobierno se esforzaron en dar por superadas las divergencias registradas el pasado mes de agosto y en trasladar una imagen de unidad de acción, de forma que Touriño cerró la sesión plenaria de hoy con la confirmación de que se habilitará un complemento autonómico para las pensiones no contributivas, que previamente había sido anunciado por el vicepresidente de Igualdade e do Benestar.

Así, ratificó que la Xunta establecerá en 2008 un complemento autonómico para las prestaciones no contributivas que beneficiará a unas 55.000 personas con una "gran dependencia" debido a la "escasez de sus pensiones". Al respecto, Touriño recordó que se trata de un "cumplimiento" del pacto de Gobierno suscrito en 2005 con el BNG para hacerse con el control de la Xunta, mientras que Feijóo también se mostró dispuesto a "estudiar fórmulas" para complementar los subsidios más bajos.

Quintana empleó sus intervenciones como presidente del Grupo Parlamentario del BNG para desgranar el balance y los proyectos de las cinco áreas de la Xunta que gestionan los nacionalistas --bienestar social, innovación e industria, cultura, vivienda y medio rural--. Así, además de anunciar que la Xunta complementará las pensiones más bajas y de ampliar las prestaciones de la Renta de Integración Social (Risga), también propuso consensuar una proposición de ley para exigir al Gobierno central las competencias de Tráfico.

No obstante, esta llamada al consenso en esta materia no fue respondida por Touriño, quien en su primera intervención ante la Cámara dijo que Galicia "persiste" en su intención de conseguir "en un horizonte de tiempo razonable" estas competencias. Después de que la semana pasada el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, rechazase la transferencia de esta competencia a la comunidad, el presidente gallego priorizó que el Gobierno ponga en marcha "con urgencia" un plan de tráfico específico para la comunidad, ante el elevado índice de siniestralidad viaria que registra.

Feijóo encontró en este punto un nuevo argumento para incidir en la "división" entre los socios de Gobierno y se mostró dispuesto a consensuar la proposición de ley propuesta por Quintana, siempre y cuando "se ponga de acuerdo" con Touriño. En cualquier caso, ofreció su apoyo para conseguir la transferencia de nuevas competencias dentro de la Constitución, después de que Quintana asegurase que la intención es reforzar el autogobierno "en tono constructivo y sin crear ninguna tensión".

En este ámbito, Touriño ofreció un pacto para relanzar el refuerzo del autogobierno mientras no sea posible reabrir el proceso de reforma del Estatuto "con unas mínimas garantías de éxito". Feijóo recogió el envite y manifestó su disposición a sentarse "en diez días" a negociar con los otros grupos un nuevo Estatuto de Autonomía para Galicia, eso sí, con la condición de que PSdeG y BNG presenten a los populares un texto conjunto de reforma.

Incluso el dirigente popular propuso como alternativa que PP, PSOE y BNG lleven al Consello Consultivo las propuestas que presentaron cuando se intentó llevar a cabo la reforma, para que el órgano consultivo determine "si en alguno hay anticonstitucionalidad".

CRTVG.

Por otra parte, el anuncio improvisado de Touriño de que en 2008 se acometerá la reforma de la Ley de la CRTVG que permitirá elegir a su director general en sede parlamentaria fue bien acogido por los escaños nacionalistas. Así, Quintana no recogió el guante que lanzó Feijóo para pactar antes de fin de año el máximo responsable del ente público y apostó por el cumplimiento del compromiso expresado por el presidente de la Xunta.

Frente a las críticas del dirigente popular, que designó al bipartito "en estado de pelea permanente" como "el Club de la Comedia", Touriño reivindicó para su Gabinete que, transcurridos dos años del cambio de Gobierno, se han cumplido "más de la mitad" de los compromisos programáticos y reconoció que en el seno del bipartito "se debate, se discute y decide con transparencia, sin esconder lo que puede haber de diferencia".

En esta línea, Quintana admitió que un Gobierno de coalición obliga a "casar perspectivas políticas diferentes", pero subrayó que "Galicia no vive ninguna situación de excepcionalidad" y proclamó que el bipartito "goza de excelente salud democrática" y "no se verificó el escenario apocalíptico". "Las contradicciones internas se resuelven con diálogo", afirmó.

No obstante, Feijóo rechazó esta visión y empleó su intervención en tirar abajo los indicadores económicos que había enarbolado Touriño y presentó un decálogo de propuestas como su programa alternativo de Gobierno, con medidas como la supresión del impuesto de donaciones y de sucesiones, estudiar la eliminación del de patrimonio y reducciones en el de sociedades, trasladar Ence dentro del municipio de Pontevedra y abrir una segunda papelera en Galicia, entre otras.

Quintana y Touriño dedicaron buena parte de sus turnos de réplica a atacar al dirigente de la oposición, a quien el presidente gallego acusó de "cocinar su discurso en el hogar de Génova, y no en el hogar de Breogán", mientras que Quintana reprobó que actúe con "prejuicios y falta de autoestima" respecto a las 'galescolas'. "Se preocupa de una supuesta invasión del gallego en el propio país del gallego", le reprochó.

Sin embargo, el vicepresidente gallego intentó que la sesión no quedase restringida a un debate a dos entre Touriño y Feijóo a través de anuncios de corte gubernamental de las áreas nacionalistas. Al final, consiguió que el dirigente del PPdeG repartiese sus ataques entre "el presidente más débil que tuvo Galicia" y "la esquizofrenia política" del líder nacionalista.