La Asociación del Pueblo Gitano da por "definitivo" el desalojo y se felicita de que "no hubo otra Cañada Real"
PONTEVEDRA, 23 Nov. (EUROPA PRESS) -
Cuatro de las siete chabolas del poblado gitano de O Vao, situado en el municipio pontevedrés de Poio, sobre las que pesa orden judicial de demolición ya fueron derribadas. Los trabajos continuarán mañana a partir de las 8.30 horas, con otras dos a las que ya se les despojó del tejado y a las que solo resta tirar las paredes.
La última será destruida la próxima semana, ante la necesidad de elaborar un proyecto de derribo distinto a los demás, por la complejidad que presenta la construcción. La Policía Local daba por terminada la primera jornada de trabajo pasadas las 19.30 horas de la tarde, ante la falta de luz. Durante todo ese tiempo permanecieron en la zona las familias afectadas por los derribos, si bien en las últimas horas tampoco se registraron incidentes.
No obstante, el presidente de la Asociación del Pueblo Gitano, Sinaí Giménez, señaló que la situación a primera hora de la mañana era "muy tensa y grave", ante la resistencia de varias familias que se encerraron en sus casas y se encadenaron con la actitud "de que tirasen las viviendas con ellos dentro, dispuestos a morir", explicó.
CAÑADA REAL.
Sinaí Giménez apuntó que en esos momentos se temía "otra Cañada Real", en alusión a los episodios de violencia registrados en este poblado chabolista de Madrid, debido a la presencia de "entre 40 y 50 personas" en el interior de cada vivienda, según el presidente del colectivo, "y otras en el exterior armadas con palos y hierros, dispuestas a enfrentarse".
Para Sinaí Giménez, "si las familias accedieron al desalojo no fue por la presión policial, sino porque hemos dialogado", explicó en relación a la labor de mediación realizada por la Asociación, "y las hemos calmado con la garantía de que no quedaban en la calle con una manta y un colchón".
Así, las familias de las siete chabolas ya se han realojado en los bungalós de un camping de Portonovo (Sanxenxo), una situación que Sinaí Giménez espera que se prolongue entre 15 días y un mes mientras no son trasladados a "su nuevo hogar".
El responsable de la Asociación del Pueblo Gitano da por "definitivo" el desalojo de las viviendas y se felicitó por el "final feliz" de este conflicto, destacando que "no hubo otra Cañada Real y todas las partes han colaborado", en alusión al Ayuntamiento de Poio, las familias afectadas y el colectivo que preside.
Por su parte, la teniente alcalde de Poio, Consuelo Besada, también destacó el "final feliz" de esta problemática, facilitado por el realojo temporal de los afectados y la reciente firma del convenio con la Xunta, que permitirá agilizar la dotación de viviendas alternativas para las familias gitanas de O Vao.
