SANTIAGO DE COMPOSTELA, 21 Mar. (EUROPA PRESS) -
Agentes del Cuerpo Nacional de Policía de la Comisaría de Santiago detuvieron en la zona de San Lorenzo a una mujer, identificada como P.C.F., como la presunta autora de seis delitos de hurto, dos de robo con fuerza, diez de estafa bancaria y usurpación de estado civil.
La detención de P.C.F., a la que le constan dos antecedentes policiales anteriores por falsificación de documentos y robo con fuerza, se produjo el pasado día 13 sobre las 13.15 horas como resultado de la investigación de los funcionarios de Brigada de Policía Judicial de la Comisaría de Santiago.
Los agentes trabajaban para esclarecer y detener a los autores de una serie de hurtos por el procedimiento del descuido, que se cometían contra los clientes en establecimientos de hostelería y comercio en general, a los que les sustraían la cartera, y posteriormente con su documentación y tarjetas bancarias, le robaban el dinero de sus cuentas corrientes, en diferentes entidades bancarias.
El estudio concreto de las seis denuncias por hurto realizadas por otras tantas ciudadanas, puso de relieve que tanto por las características físicas de la autora, su indumentaria y el modus operandi, podría tratarse de la detenida. Con los datos obtenidos de las denuncias, y posteriores gestiones en diversas entidades bancarias donde P.C.F se había apropiado de un total de 9.100 en varias operaciones de reintegro de cuentas corrientes de las víctimas, concluyeron que la autora de esos hechos era la detenida.
Según informó la Comisaría compostelana, P.C.F. frecuentaba los establecimientos hosteleros que permanecen abiertos de madrugada, y aprovechaba los descuidos de sus víctimas, todas mujeres, para sustraerles los bolsos o carteras. Posteriormente, se apoderaba del contenido de estos, haciéndose así con un botín de teléfonos móviles, dinero en metálico, diversas tarjetas comerciales y bancarias y documentación personal de las víctimas.
Tras apropiarse de las tarjetas bancarias y DNI de sus titulares, se dirigía a diversas oficinas de las entidades emisoras de las tarjetas donde, tras exhibir el documento sustraído, y cubriéndose la cara con ropas de abrigo, argumentando en unos casos tener frío y otros gripe, solicitaba diversas cantidades a los empleados, que éstos "asombrosamente le entregaban", realizando 10 operaciones de esta naturaleza con las que obtuvo un botín de 9.100 euros.
En otras ocasiones, procedía a retirar dinero directamente de un cajero automático o a realizar compras en diversos establecimientos, las cuales abonaba mediante el uso de una de las tarjetas sustraídas.
Por ello, la Policía recomienda no abandonar, ni perder de vista en los establecimientos públicos, bolsos, prendas de vestir, móviles, y demás efectos, así como no llevar escrito el número secreto de las tarjetas en el mismo lugar donde las tenga guardadas para no encontrarse "con sorpresas desagradables".
