Baltar acusa a la comunidad de "ahogarlos" y Moreda recuerda que la Constitución hace "difícil" suprimir los entes provinciales
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 7 Feb. (EUROPA PRESS) -
Los presidentes de las diputaciones reivindicaron hoy el "gran papel" que ejercen en la gestión y administración de las provincias gallegas, pero advirtieron a la Xunta de que su eficacia depende de que la comunidad les transfiera más competencias y recursos económicos.
Tras la intervención en el Parlamento del conselleiro de Presidencia, José Luis Méndez Romeu, en las que cuestionaba la eficacia de estos organismos y sugería que el bipartito analizará su continuidad, el presidente de la Diputación de Ourense, José Luis Baltar, indicó a Europa Press que el organismo que dirige "desarrollaría mejor su labor" si contara con competencias adecuadas y fondos suficientes.
Baltar acusó a la Administración autonómica de tratar de "ahogar" tanto la actuación como la gestión económica de los entes provinciales, impidiéndoles plantear soluciones a los municipios, pese a que, a su juicio, las diputaciones no sólo "pueden dar magníficos resultados", sino que son capaces de "resolver mejor que las comunidades los problemas de los ayuntamientos". "Y si no, que se haga la prueba", desafió.
El responsable provincial reprobó que tras décadas en las que las autonomías demandaron al Estado la descentralización, "cuando lograron las competencias, se olvidasen de la filosofía de la transferencia" y de propiciar un proceso similar en el ámbito autonómico, con lo que abocaron a las diputaciones y a los municipios al "estancamiento".
Así, recordó que "no hay nada que pueda impedir" a la Xunta "tratar de ahogar" a los entes provinciales y censuró que la comunidad no traspasase competencias y, especialmente, recursos económicos, pese a que "tiene ya muchas cosas a las que atender". "Nosotros somos los más cercanos a los ayuntamientos, debería tenerse en cuenta", denunció.
CONTROLAR EL PODER LOCAL
Según él, esta situación está relacionada con el interés por controlar al municipalismo, ya que "donde está la financiación, reside la influencia". "Probablemente --la Xunta-- querrá controlar el poder local", especuló Baltar, quien rechazó también las críticas de Méndez Romeu sobre el clientelismo fraguado por las diputaciones.
Al respecto, cuestionó "si es que la red clientelar no existe en las comunidades autónomas" e instó a "observar cómo trabajan los dos miembros del bipartito en Galicia y sus conselleiros, en función de qué consellería se trate y sus intentos de puentearse unos a otros".
Además, el responsable provincial aseguró que Méndez demostró hoy tener "una manera muy particular de entender las diputaciones" y recordó al conselleiro que estos organismos "están en la Constitución". "Y si la Constitución habla de la provincia, lo normal que es haya un órgano que la gobierne", añadió.
Por ello, se mostró contrario a la supresión de éste órgano por "pequeñas diputacioncillas" y declaró que "el verdadero estudio de las diputaciones está aún por hacer", al igual que la "descentralización" de la comunidad a las instituciones provinciales, "siguiendo aquello de que la administración más cercana es la que presta mejores servicios".
ÓRGANO INTERMEDIO
Por su parte, el presidente de la Diputación de A Coruña, el socialista Salvador Fernández Moreda, reivindicó la "intermunicipalidad" y la necesidad de un "órgano intermedio" entre la Xunta y los ayuntamientos. "Este órgano existe en toda Europa y en España se llama diputación", recalcó.
No obstante, admitió a Europa Press que el debate sobre el futuro de estos órganos es "razonable", si bien aclaró que debe encaminarse a analizar cómo "reforzalos", ya que "difícilmente un gobierno autonómico puede suprimirlos, puesto que están en la Constitución".
Fernández Moreda recordó que la Carta Magna "atribuye a la diputación el gobierno de la provincia" e insistió en que éste debe existir "aunque se le llame de otra manera". El dirigente coruñés rechazó opinar acerca del diseño más adecuado hasta que el Ejecutivo gallego presente "un modelo alternativo", aunque reiteró: "creo en la descentralización".
Así, abogó por transferir las competencias a las administraciones más próximas si éstas pueden gestionarlas, ya que, a su juicio, "cuanto más cerca esté la Administración del ciudadano, más fácilmente éste percibirá sus efectos y controlará su ejercicio".
Además, rechazó las críticas sobre clientismo que se atribuyen a las diputaciones y aseguró que, "al menos la de A Coruña", establece las ayudas con "criterios objetivos" y coopera con la Xunta. "Ningún ayuntamiento es ajeno a las obras e inversiones de la diputación, desde el más grande hasta el más pequeño", concluyó.
