Reconoce que su familia llegó a pagar en dos ocasiones un rescate a sus captores, a uno de los cuales conocía "perfectamente"
CAMBADOS (PONTEVEDRA), 19 Sep. (EUROPA PRESS) -
El joven empresario Román Santiago Allo, que permaneció secuestrado por un grupo de personas desde el pasado jueves hasta el sábado, tendrá que pasar por las dependencias judiciales de Cambados para participar en una rueda de reconocimiento e identificar a sus presuntos captores, dos de los cuales ya fueron detenidos y el juez ha decretado su ingreso en prisión.
Uno de ellos es Manuel Otero Oubiña, de 37 años de edad, vecino de A Illa de Arousa, municipio en el que reside el secuestrado y su familia. "Es una persona que conocemos perfectamente porque somos vecinos de aquí", precisó en declaraciones a Europa Press el joven empresario.
Román Santiago aseguró que desde un principio identificó a esta persona, que calificó como "algo violenta y problemática", al tiempo que relató que hace tan sólo unos días "había amenazado a un vecino al que llegó incluso a romper un brazo, pero que no le quiso denunciar".
La víctima dijo que no duda que el papel que jugó este detenido en su secuestro fue ser "informador del grupo y dar pistas" sobre sus movimientos. "Desde un principio sabía que me estaban siguiendo y conocían lo que hacía y por dónde iba", agregó. Respecto al otro detenido, integrante del conocido como clan dos Fanchos, el joven secuestrado aseguró que no lo conoce.
MÁS DETENCIONES
La investigación policial permanece abierta y no se descarta que se produzcan más detenciones en las próximas horas. La Guardia Civil se centra en analizar la documentación intervenida a los detenidos y en buscar a otras personas que pudieron tomar parte en el secuestro del empresario, que perdió el conocimiento en alguno de los momentos en los que fue torturado.
El joven arousano relató cómo vivió el secuestro, desde la tarde noche del pasado jueves hasta el sábado por la mañana, cuando fue liberado. Durante todo este tiempo narró que pasó "mucho miedo" en un lugar de A Pobra al que fue trasladado y donde permaneció durante los días del secuestro, y que no quiso identificar debido a que las investigaciones policiales siguen abiertas.
"Me torturaron y apalearon, llegué a perder el conocimiento cuando me realizaron varias descargas eléctricas, sobre todo cuando tuve que llamar a mi hermano para apurarlo para que trajese el dinero", expuso y agregó que, en ese momento, empezó fue cuando empezó a sentir más miedo "porque veía que no paraban, que estaban agresivos y violentos".
Román Santiago consiguió convencer a su hermano para que llevase una cantidad de dinero que evitó precisar "al puente de Catoira que era el punto de encuentro". En ese momento, su hermano pidió ver al secuestrado y fue entonces cuando los captores llevaron hasta donde estaba.
NO ES AJUSTE
Entonces, en el lugar en el que permanecía retenido, los captores también llegaron a golperar a su hermano Bruno en varias ocasiones en la cara. "Le pegaron a él, para que se diese cuenta de que no era una broma y que iban en serio", según explicaron algunos familiares. De hecho, incluso lo amenazaron con una pistola para que reuniese el dinero suficiente con el que pagar el rescate "y le dispararon un tiro al lado para intimidarlo", según relató un familiar.
Tanto la familia como el propio empresario quisieron dejar claro que este secuestro 'express' "no ha sido un ajuste de cuentas de nada". "Si hubiese sido así creo que no estaría vivo ahora para contarlo, simplemente fueron a por dinero y lo consiguieron", reiteró el secuestrado, quien reconoció que la familia llegó a pagar en dos ocasiones por su rescate.
Román Santiago permaneció durante la mañana trabajando en la conservera familiar "Mariscos Cholamar" de Ribadumia, pero posteriormente decidió trasladarse a su casa para recuperarse de la presión que vive desde que se conoció la noticia de su secuestro.
El joven, que ha recibido numerosas llamadas de apoyo, tendrá que aportar más datos a la investigación policial, de hecho permanece en contacto con los agentes que asumieron la investigación del caso y que sospechan que en este secuestro 'express' puede haber más personas implicadas
OTRO CASO SIMILAR
El pasado mes de marzo, otro empresario arousano también vivió una experiencia similar de un secuestro 'express'. José María Cacabelos Vidal, empresario del sector de la construcción de Meaño, fue secuestrado por parte de un grupo de personas, que finalmente fueron detenidas y que se encuentran en prisión a la espera de juicio. El empresario, propietario de Excavaciones Carabel, fue liberado después de que su familia tambaién pagase un rescate.
