La ex mujer del presunto asesino de Águeda González afirma que estaba "muy tranquilo" tras cometer el crimen

Actualizado: lunes, 26 noviembre 2007 20:21

El acusado, que tiene un 65% de minusvalía por trastornos mentales, telefoneó "insistentemente" a otra amiga de su hermana hace años

VIGO, 26 Nov. (EUROPA PRESS) -

La ex mujer del acusado de matar a la joven de Baiona (Pontevedra) Águeda González, Cristina M.B., declaró hoy que su ex pareja estaba "muy tranquilo" tras cometer el crimen el pasado 11 de enero de 2006 y afirmó que no notó "nada raro" en el comportamiento de Francisco Javier R.B. cuando regresó a casa tras los hechos, ni en días posteriores.

Cristina M.B., que confirmó que ya hay sentencia firme de divorcio y que no quiere ver "en la vida" a su ex pareja, comentó que el día en que el acusado mató supuestamente a Águeda ella creía "que se encontraba en el trabajo". Sólo posteriormente supo que su marido estaba en paro y que le "engañaba" diciéndole todos los días que iba a trabajar.

Cuando ocurrieron los hechos, Francisco Javier R.B. regresó a su casa y tuvo un "comportamiento normal", según precisó su ex mujer, quien tampoco mostró sorpresa por el hecho de que el acusado hubiese quemado ropas en un bidón situado en el patio de su casa, ya que era "habitual" que incinerase basura allí.

La mujer también explicó que en la única visita que hizo al acusado en prisión, a pesar de que estaba "convencida de que él no podría haber hecho algo así", su marido le confesó ser el autor del crimen. En esa visita, Francisco Javier R.B. justificó lo que había hecho porque "se había vuelto loco" y porque la víctima le había insultado llamándole "muerto de hambre".

En la sesión de esta tarde también prestó declaración como testigo la hermana del acusado, Patricia R.B., compañera de trabajo y amiga de Águeda, quien confirmó que el día de los hechos estuvo con su hermano por la mañana y que, cuando se despidió de éste, él le dijo que "debía irse porque tenía prisa y otras cosas que hacer".

No obstante, manifestó que, tanto ese día como en jornadas posteriores, en los que vecinos de Águeda se organizaron para buscarla, su hermano actuó "de forma normal". También reconoció que el acusado tenía problemas económicos y le había pedido dinero a ella y a sus padres "en varios ocasiones".

MINUSVALÍA.

Por otra parte, fuentes próximas a la defensa, señalaron a Europa Press que el acusado tiene un "65% de minusvalía", certificada con un informe oficial, y "se le ha diagnosticado una inteligencia límite, intolerancia a la frustración y otros trastornos mentales". De hecho, Francisco Javier R.B. tuvo problemas hace tiempo, según confirmó su ex mujer, porque se peleó con una vecina "y la empujó contra la pared".

En este sentido, en su escrito de calificación, la abogada de la defensa pidió la absolución para su defendido al considerarle "inimputable penalmente" por esa minusvalía.

Por otro lado, otro de los testigos fue una amiga de la víctima, Almudena M.A., que también conocía a la hermana del acusado. Esta testigo relató que "hace cuatro o cinco años" el acusado la estuvo llamando "durante uno o dos meses de forma insistente" para quedar con ella. Según explicó la joven, estas llamadas le parecieron "extrañas porque él estaba casado y porque no había una relación de amistad".

Los argumentos que utilizaba el acusado para intentar convencer a la mujer para que se vieran consistían en que ambos eran "amigos" y que él tenía ganas de verla, aunque también le insistió en que "no dijera nada a nadie".

Asimismo, la última testigo de la sesión de hoy, una vecina de Baredo, próxima a la casa de la víctima, manifestó haber visto tres semanas antes de que desapareciera Águeda al presunto asesino en las inmediaciones del domicilio de la joven.

El juicio se reanudará mañana en la Sección Quinta de la Audiencia provincial en Vigo a partir de las 10.00 horas con las declaraciones de guardias civiles que participaron en la investigación y forenses.