La familia de la mujer de Vilaboa asesinada la despide entre gritos de dolor y clama venganza contra su marido

Actualizado: miércoles, 26 febrero 2014 19:30

El pastor evangélico de O Vao apela a la justicia durante el entierro y pide a sus allegados que se ocupen de los hijos de la fallecida

PONTEVEDRA, 26 Feb. (EUROPA PRESS) -

Cientos de personas de la comunidad gitana han acompañado a la familia y a los allegados de María Luisa Jiménez Jiménez, la mujer de Vilaboa (Pontevedra) asesinada presuntamente por su marido, durante el entierro de la víctima, que ha tenido lugar en el cementerio pontevedrés de San Mauro. Las escenas de dolor y los gritos clamando venganza han protagonizado el sepelio.

Los asistentes al entierro de la mujer, que desapareció el domingo pero cuyo cuerpo fue localizado este martes, han protagonizado escenas de tensión con gritos llamando "asesino" a su marido y reclamando "justicia". En un momento, una de las mujeres que asistía al sepelio se desvaneció y fue auxiliada por quienes la rodeaban.

La comitiva fúnebre llegó pasadas las 17.45 horas al cementerio de San Mauro, donde ya aguardaban muchas personas para asistir al sepelio. En los alrededores del recinto había varias patrullas de la Policía Nacional para prevenir incidentes, que no llegaron a producirse.

Entre quienes portaban el féretro se encontraba el presidente de la Asociación Pueblo Gitano de Galicia, Sinaí Jiménez, que también atendió a la madre de la fallecida, María de la O Jiménez Montoya. Durante el entierro tomaron la palabra el pastor de O Vao y otros miembros de la Iglesia Evangélica Nueva Vida, que expresaron públicamente su pesar y alabaron la "entereza" de la que han calificado como una "gran familia".

MUCHO POR LO QUE LUCHAR

"Tenéis mucho por lo que luchar", ha afirmado el pastor dirigiéndose a la madre y a los hermanos de la víctima, en alusión al cuidado de los hijos de la mujer. El pastor también les ha instado a que tengan "fuerza, sabiduría y entendimiento" y a dejar "que se haga justicia con quien tiene que hacerse", refiriéndose al presunto autor del crimen.

El pastor de O Vao expresó su consternación por el "calvario" que atraviesa la familia de María Luisa Jiménez, a quién él mismo había dado bautismo.

Tras guardar silencio durante las oraciones, los familiares y allegados exteriorizaron su dolor mientras se daba sepultura a los restos de la mujer asesinada, en un nicho contiguo al de su hermana Beatriz Jiménez Jiménez, fallecida en noviembre de 2013, a los 29 años.

Entre los asistentes al entierro se encontraba el alcalde de Vilaboa, José Luis Poceiro, cuyo municipio se sumó en la mañana de este miércoles, con una concentración silenciosa, a los actos de repulsa por este asesinato.