Familiares del marinero peruano fallecido desde hace más de un mes muestran su dolor a la llegada del cuerpo

Actualizado: viernes, 6 abril 2007 21:29

El sepelio se realizará en Cangas, donde reside la familia desde hace varios años

VIGO, 6 Abr. (EUROPA PRESS) -

El marinero peruano, afincado en Cangas (Pontevedra), Carlos Buenaventura Valladares, cuyo cadáver permaneció más de un mes congelado en un contendor a bordo de un mercante británico, arribó hoy al puerto de Vigo donde sus familiares, visiblemente afectados, recibieron el cuerpo.

Alrededor de las 17.45 horas de hoy el barco arribó procedente de la localidad británica de Portland, de donde zarpó el pasado miércoles. A él subieron las autoridades y los familiares del marinero para realizar las tramitaciones correspondientes, proceder a la identificación del cadáver y recoger los efectos personales del marinero.

Estas tramitaciones se prolongaron en torno a una hora y media, en la que los hermanos, la mujer y la madre de Carlos Buenaventura dieron muestra del dolor acumulado en su larga espera, desde que el pasado 22 de febrero falleció su familiar en la isla de Santa Helena, frente a las costas africanas, tras sentirse indispuesto en el barco en el que faenaba, el 'Costa do Ceo'.

Además de los allegados del fallecido, entre los que se encontraban representantes de asociaciones latinoamericanas asentadas en Vigo, también estuvieron miembros de la Organización de Palangreros de A Guarda (Orpagu), de la que forma parte la embarcación en la que trabajaba Carlos Buenaventura, quienes también brindaron su apoyo.

Los restos mortales del fallecido fueron reconocidos, en presencia de la Policía Científica, la Nacional y la Guardia Civil, por tres de sus hermanos, así como un miembro de Orpagu y otro de la consignataria.

Una vez reconocido y desembarcado, el cuerpo se trasladó al tanatorio Vigomemorial en el que se procederá a realizar la autopsia en cuando las condiciones lo permitan, puesto que a su llegada se encontraba congelado. El sepelio se realizará en Cangas, donde reside toda la familia desde hace varios años y donde vivía el propio Carlos Buenaventura.

El presidente de Orpagu, Joaquin Cadilla, afirmó, en declaraciones a los medios, que no hubo intervención judicial en el levantamiento del cuerpo puesto que no se consideró necesario debido a la existencia de documentación relativa a la muerte del marinero, producida en la isla de Santa Helena, por lo que la tramitación será "administrativa". Así, destacó que la mutua será la que se haga cargo de la realización de la autopsia, requerida por la familia y no por el juez.

En cuanto a una posible indemnización por la muerte del joven, que murió el pasado mes de febrero en Santa Helena tras sentirse indispuesto cuando faenaba en el palangrero guardés 'Costa do Ceo', Cadilla explicó que la Consellería de Pesca tiene un fondo previsto para estos casos a lo que habrá que sumar la aportación que haga la mutua. A la espera de los resultados de la autopsia, todo parece apuntar a una muerte de carácter laboral.

Por otra parte, el representante de Orpagu afirmó que "no estaría de más" que la Administración creara un gabinete específico para estos casos, ya que contribuiría a "coordinar mejor un sector tan deslocalizado" como el de la pesca.

"POR FIN".

En sus declaraciones de hoy, Cadilla afirmó que "por fin podemos decir que ya está aquí" tras lo que calificó como un "larguísimo proceso en el que se complicó todo" y por el que la familia se vio obligada a esperar 44 días hasta poder recuperar el cuerpo, que permanecía en congelado en un contenedor del mercante 'Santa Helena'.

En este sentido, hizo referencia a las adversidades meteorológicas y a las diversas averías que, según él, impidieron que la embarcación británica pudiese llegar antes a un puerto gallego.

Este cúmulo de percances llevó a una tardanza que provocó críticas desde colectivos inmigrantes sobre una posible "discriminación" por el hecho de que el fallecido fuese peruano, unas manifestaciones que Cadilla afirmó entender "desde el dolor provocado por el retraso". "No entiendo otras hechas desde la frialdad", agregó, en referencia a las acusaciones de "desidia" realizadas por el alcalde de Cangas, José Enrique Sotelo.

Por otra parte, el responsable en Vigo de UGT Mar, Francisco García, y la inspectora de la Federación Internacional de Trabajadores de Transporte (Fitt), Luz Baz, criticaron el retraso que sufrió la llegada del cuerpo del fallecido, debido, según él, "a cuestiones económicas".

En este sentido, recordó que la obligación de la armadora "y en este caso también de Orpagu", era el de repatriar el cuerpo lo antes posible en vez de dejar que fuese otro barco "expuesto a las vicisitudes del viaje" quien realizase el traslado y que, antes de llegar a Vigo, realizó paradas en Tenerife y Portland en las que no se desembarcó el cuerpo "por no asumir los costes", denunciaron.