El fiscal mantiene las peticiones de cárcel para los imputados en una pelea en el mercadillo de Cambados (Pontevedra)

Actualizado: viernes, 9 junio 2006 18:51

Lamenta la intromisión de patriarcas y del 'Rey de los gitanos' para que testigos y acusados repitieran en el juicio no recordar nada

PONTEVEDRA, 9 Jun. (EUROPA PRESS) -

El fiscal mantuvo hoy la petición de 15 años de cárcel para el que consideró el presunto autor de las cuchilladas a un matrimonio producidas en el marco de una pelea que enfrentó a dos familias de etnia gitana en el mercadillo de Cambados (Pontevedra) en 2004.

Así, la ocultación durante el juicio de las circunstancias que rodearon la pelea registrada hace dos años en el mercadillo de Cambados no impidió al fiscal solicitar penas de hasta 15 años de prisión para Ángel Jesús J.B., a quien considera autor de sendas cuchilladas a un matrimonio que estuvo a punto de morir.

Para los otros acusados, Ricardo J.B., Enrique D.J. y Juan Jesús J., solicitó dos y tres años de prisión por la gravedad de las lesiones que les atribuyó, teniendo en cuenta lo actuado previamente en la instrucción de la causa ya que, según reconoció el propio fiscal, Paulino González, "el juicio no aportó nada porque acusados y testigos se limitaron a decir que no recordaban lo sucedido".

INTROMISIÓN

En este sentido, el fiscal consideró que esto fue consecuencia de la labor de patriarcas, arregladores y mediadores del pueblo gitano, y lamentó la "intromisión" porque, indicó, que con el pretexto de imponer la paz entre dos familias, "puede conducir a que quien cometió un delito salga impune".

Por su parte, los abogados solicitaron la libre absolución, argumentando precisamente la falta de pruebas, y reprobaron, especialmente, al fiscal por imputar "con tanta precisión quién agredió a quién "cuando "todos los testigos, incluso policías y guardias civiles, señalaron que aquello fue una pelea caótica, confusa y tumultuosa".

También fue esa la argumentación del presidente de la Asociación del Pueblo Gitano en Galicia, Sinaí Giménez, quien reiteró una vez más que la labor del rey de los gitanos y los patriarcas, antes y durante el juicio, se limitó a imponer al paz entre quienes protagonizaron la pelea, dos ramas de una familia con tronco común que debido a rencillas personales se separaron.