El candidato nacionalista se propone conseguir "el mejor resultado de la historia" del Bloque y combatir la crisis desde el autogobierno
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 5 Oct. (EUROPA PRESS) -
La primera asamblea del BNG que materializa el abandono del sistema de cada militante un voto para pasar al sistema de delegados de los partidos tradicionales consiguió escenificar la unidad de la organización nacionalista en torno a su portavoz nacional, Anxo Quintana, quien en las elecciones autonómicas del próximo año será por segunda vez el candidato nacionalista a la Presidencia de la Xunta con el apoyo de más del 95 por ciento de los compromisarios que hoy lo votaron.
Mucho aplauso y poca crítica marcaron la asamblea extraordinaria para oficializar la candidatura del también vicepresidente de la Xunta que proclamó su aspiración de conseguir para la formación frentista "el mejor resultado de su historia", lo que supondría superar la marca de las autonómicas de 1997, cuando 18 diputados nacionalistas se sentaban en el Parlamento. "Así que a trabajar y adelante sin miedo", invitó a la militancia.
El principal reto del BNG se traduce en capitalizar su presencia en la Xunta y en invertir la tendencia a la baja de apoyos que padece desde las elecciones de 2001, cuando empezó a perder diputados hasta los 13 con los que cuenta en la actualdiad y para ello, Quintana recordó que ya en las municipales del año pasado, el Bloque logró "el mayor poder que jamás había conseguido" y en las generales de este año consiguió ser "el único proyecto nacionalista que subió en votos".
El líder nacionalista busca ampliar base electoral apelando al "sentimiento mayoritario galleguista" que percibe en los ciudadanos, y ante los cuales presentó al Bloque como "único representante" de esa forma de hacer política y como "el partido galleguista del siglo XXI". Además, reivindicó un nacionalismo "próximo a la gente" y advirtió que esas "escenificaciones de proximidad" son precisamente "las que temen" sus "adversarios" políticos.
CRISIS ECONÓMICA
Pero uno de los argumentos más empleados en esta asamblea fue la actual crisis económica, ante la cual Quintana presentó a un BNG que "mira a los ojos de la gente" para decirles que "nunca" defendió "el modelo especulativo hecho en beneficio de unos pocos". En este ámbito, el Bloque llevará en su programa electoral una ley de cajas de ahorro para que estas entidades "trabajen en coordinación" con el Gobierno gallego "en favor de la economía productiva y no de la especulativa".
Para combatir la conyuntura económica, el dirigente político propuso reforzar el "autogobierno" y marcó como otro de sus principales retos la consecución de un nuevo "Estatuto de Nación" para que Galicia "no se quede atrás". Por ello, reclamó a las fuerzas políticas de ámbito estatal que se sumen a este objetivo o que aclaren de antemano si no apuestan por la revisión del marco vigente para alcanzar "un estauto de primera".
Ante estos retos, Quintana asumió ser "la cabeza del proyecto colectivo" del BNG, después de que durante la presentación de su candidatura por la mañana, reivindicase que es "un bloqueiro" y está "orgulloso de serlo". El portavoz nacional del BNG desde 2003 comprometió su "trabajo hasta la última gota de sudor para ser digno responsable de la mejor gente de Galicia".
GRANDES AUSENTES
"Síntoma de madurez" o "la organización más cohesionada que nunca" eran las valoraciones de algunos dirigentes del Bloque a la salida de la asamblea, junto con bromas relativas a un grado de consenso "similar al de los partidos de toda la vida". Descontentos con el nuevo sistema de voto delegado, faltaron históricos de las imágenes del BNG como el portavoz nacional durante 18 años, Xosé Manuel Beiras, o el ex eurodiputado, Camilo Nogueira, que en las dos asambleas anteriores disputó a Quintana sin demasiado éxito el liderazgo en el Bloque.
Precisamente estas ausencias motivaron críticas en los pasillos del Palacio de Congresos por entender que, en una asamblea extraordinaria para designar el candidato, lo que "tocaba" era acudir al foro para arropar la figura de Anxo Quintana e incluso algunas voces relacionaban estas faltas con pérdida de poder real de estas corrientes críticas. De hecho, en el debate a puerta cerrada del documento político se produjo una referencia irónica en relación a que, mientras la organización nacionalista debatía sus claves de futuro, "otros están en el San Froilán", en referencia velada, aunque sin mencionarlo, a Beiras.
Con todo, militantes de la formación bromearon con que el Bloque celebró su primer cónclave "a la búlgara", lo que contrapuso Anxo Quintana, elegido ya candidato, con que se trata de una asamblea "a la gallega" al celebrarse "con sentidiño, responsabilidad y compromiso con la ciudadanía", lo cual también motivó sus "felicitaciones" a la organización frentista.
Aunque el sistema asambleario fue enterrado e incluso la imagen de los militantes nacionalistas se vio modernizada, sí pervive en los cónclaves del BNG el tradicional grito de "Galiza ceibe, poder popular" desde las bancadas de los delegados de las bases. Previamente, en la sala del Palacio de Congresos se entonó el Himno de Galicia.
