La 'kinkidelia' de Derby Motoreta's Burrito Kachimba triunfa en el cuarto Melona Fest

La 'kinkidelia' de Derby Motoreta's Burrito Kachimba triunfa en el cuarto Melona
EUROPA PRESS
Publicado: domingo, 7 abril 2019 12:39

   SANTIAGO DE COMPOSTELA, 7 Abr. (EUROPA PRESS) -

   La psicodelia kinki de Derby Motoreta's Burrito Kachimba (lo que ellos mismos han bautizado como 'kinkidelia') triunfó en la noche del sábado en el cierre del cuarto Melona Fest, en la sala Malatesta de Santiago, donde también destacaron la voz y la clase de Soledad Vélez y la intensidad sin respiro de Pantis.

   Con Derby Motoreta's Burrito Kachimba, de primeras, uno no puede dejar de pensar en Triana, referencia inevitable en la revisión del rock andaluz que hacen estos chavales de Sevilla en pleno 2019.

   Pero también están muy presentes King Gizzard & The Lizard Wizard y hasta suenan ecos del Bohemian Rhapsody de Queen. Incluso acaban por convencer al personal de que son una verdadera banda de metal. No son nuevos en esto, todos ellos vienen de otras bandas, lo cual se nota en un sonido muy engrasado.

   Con ese mezcladillo de estilos como esencia, una puesta en escena basada en el desmelene y ese nombre tan complicado, Derby Motoreta's Burrito Kachimba empiezan a ocupar buena parte de los carteles de los festivales del país.

   Y es que si su disco de debut, con temas como El salto del gitano y La piedra de Sharon, ya apuntaba maneras, nada que ver con su directo, liderado por el carisma de su cantante, Dandy Piranha (así se hace llamar), dirigiendo el cotarro desde el manillar de una bici instalado en el pie del micrófono.

   Antes que ellos tocaron en la antigua sala Nasa de Compostela Soledad Vélez y Pantis. El público se fue dejando caer hasta San Lourenzo desde el casco histórico de la ciudad, donde La Melona había organizado otros tantos conciertos gratuitos para la tarde del último día de su festival, una muestra de que autogestión cultural y calidad pueden ir de la mano.

   La chilena afincada en Valencia tuvo que caldear un auditorio que todavía no se había llenado, y lo hizo desde el minuto uno, a golpe de sintetizador y palabras bonitas, pero también reivindicativas. Venía de Ourense, de la ICC Week, "ya caliente", según confesó en una fría noche en la que también se declaró enamorada de Galicia: "En mi corazón always".

   Una única pega a su concierto puede ser el momento en el que se aplicó el autotune, que sobre su personalísima voz resulta pecado. Soledad repasó buena parte de su disco Nuevas épocas, se marcó unos bailes de diva y dejó, fuera tópicos, ganas de mucho más. Estará en la Ribeira Sacra este verano, sin ir más lejos.

   A continuación Rubén Domínguez demostró por qué San Vicente no está tan lejos de Berlín, doblado sobre los teclados y escupiendo sobre el micrófono versos posmodernos que invitan a la reflexión desde la furia. Ritmo elevadísimo hasta el último momento.

   Todavía después de Derby Motoreta's se subieron otros andaluces al escenario, Pony Bravo, que siguen tirando de su fórmula verbenera, no con pocos adeptos. La Malatesta ya estaba hasta arriba y el público a tope para seguir con Akkan y la sesión DJ en la discoteca Ruta.