El lunes se reabrirá el tramo entre Ribadumia y Sanxenxo de la Vía do Salnés y a fin de mes "funcionará en su totalidad"

Actualizado: sábado, 10 marzo 2007 14:53

Política Territorial invertirá cerca de 55 millones de euros para la conversión de esta vía en autovía

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 10 Mar. (EUROPA PRESS) -

La conselleira de Política Territorial, María José Caride, anunció hoy que el lunes de reabrirá el tramo entre Ribadumia y Sanxenxo, de unos diez kilómetros, de la Vía do Salnés, que "gracias a la buena climatología podría funcionar en su totalidad antes de que acabe el mes de marzo".

Este trecho de diez kilómetros fue el primero en cerrarse al tráfico, el 5 de diciembre, para la sustitución de los tubos de drenaje deteriorados.

Además, la conselleira también avanzó que el primer tramo de la Vía do Salnés, entre la PO-531 y Ribadumia, de unos siete kilómetros, podrá entrar en servicio en la segunda quincena de este mes, "gracias al buen ritmo" con el que se están realizando los trabajos. En este caso, se cerró el pasado 6 de febrero y ahora falta la sustitución de dos tubos, el relleno, reposición del firme y trabajos de señalización.

Así, Política Territorial destacó que antes de Semana Santa la Vía do Salnés podría reabrirse en su totalidad. No obstante, recordó que una vez acabadas las obras de sustitución de los tubos los usuarios "deben extremar la precaución", ya que continúan los trabajos de desdoblamiento para su conversión en autovía.

El departamento autonómico valoró además el "esfuerzo" realizado por la empresa concesionaria de las obras, que trabajó "incluso durante los fines de semana y las fiestas de navidad" para lograr terminar la rehabilitación del tramo en el plazo inicialmente previsto.

NUEVA AUTOVÍA

Por otra parte, la consellería anunció durante su visita a O Salnés del ritmo de los trabajos para la conversión de la vía rápida en autovía, que entrará en funcionamiento "antes de verano de 2008", en lo que Política Territorial invertirá cerca de 55 millones de euros.

Asimismo, el departamento que dirige María José Caride destacó que la substitución de los tubos de drenaje trasversal de la vía "era una actuación necesaria", ya que el estado de la calzada constituía "un peligro" para la estabilidad de la vía y la seguridad del tráfico.