Más de un millar de personas despiden en Baiona (Pontevedra) a la joven Águeda González Portela

Actualizado: viernes, 20 enero 2006 20:25

El párroco señala que "no era la última página" de la vida de Águeda y tampoco su destino porque "tenía más páginas para escribir"

BAIONA (PONTEVEDRA), 20, (EUROPA PRESS)

Más de mil personas despidieron hoy en la parroquia de Baredo, en Baiona (Pontevedra) a la joven Águeda González Portela, que fue encontrada muerta el miércoles en una cueva en la zona, después de que su presunto asesino, conocido de la chica, confesase ser el autor de los hechos y desvelase el paradero de los restos mortales de ésta.

La ceremonia se celebró en el exterior de la Iglesia de Santa María de Baredo dada la cantidad de personas que acudieron a dar el último adiós a la joven de 21 años, que llevaba una semana desaparecido antes de ser encontrada muerta.

Entre los asistentes a la ceremonia destacó la presencia de diversas autoridades; entre ellos, el alcalde de Baiona, Jesús Vázquez Almuiña; concejales de la corporación Vigo, de la de Baiona, y de una concejal de Mos.

El féretro con los restos mortales de Águeda González llegó sobre las 16.50 horas y detrás, a pie, lo acompañaban los padres de la joven y el hermano de ésta. Antes del inicio de la misa, cuando llegó féretro, la familia entró al interior de la iglesia, donde se leyeron unos salmos y, posteriormente, se celebró la ceremonia de cuerpo presente.

La misa, celebrada en gallego y español, que se prolongó durante más de una hora, fue concelebrada por tres sacerdotes en un altar decorado con rosas blancas y, al fondo, con fotos de la joven fallecida. Al principio del rito, en el que hubo numerosas muestras de dolor, la madre de Águeda sufrió un desvanecimiento y le dieron un vaso de agua para recuperarse.

"NO ERA LA ÚLTIMA PÁGINA"

El párroco de Baredo, Uxío Nerga, fue el encargado de la homilía en la que señaló que estos son "días de dolor", tras haber pasado unas jornadas en vilo "pendientes de la suerte de Águeda". "Estamos desconcertados, dolidos, y nos preguntamos por qué pasan estas cosas", lamentó.

El párroco señaló que ésta "no era la última página" de la vida de Águeda porque "no era su destino" pues su vida "tenía más páginas para escribir". "No sabemos por qué alguien ha colocado esta página en la mitad de su libro", añadió.

Al final de la ceremonia, el párroco, en nombre de la familia y allegados, dio las gracias a las fuerzas y cuerpos de seguridad, subdelegado de Gobierno, a los vecinos y voluntarios, así como a los compañeros de la joven y a todas las personas por su apoyo y ayuda en la búsqueda de la chica.

Durante el sepelio, tras la ceremonia, numerosos compañeros y amigos de Águeda González depositaron una rosa en el nicho que estaba cubierto de flores y coronas.