Los militares de la Brilat de Figueirido cumplieron "todos los objetivos" en su misión humanitaria en Pakistán

Actualizado: miércoles, 1 febrero 2006 19:48

PONTEVEDRA 1, (EUROPA PRESS)

Los militares de la Brilat de Figueirido consideran cumplidos "todos los objetivos" de la misión humanitaria desarrollada en Pakistán durante los últimos tres meses para reconstruir las áreas del país más afectadas por el terremoto del pasado 8 de octubre. Fuentes del acuartelamiento que participaron en la misión consideran que "se podía haber estado más tiempo y hacer más cosas" por la población.

Al regreso tras completar las operaciones, destacan la "suerte" de no haber sufrido ninguna baja entre los efectivos desplazados, no tanto por la inseguridad en la zona sino por las frágiles condiciones del terreno tras el seísmo.

Precisamente, entre las incidencias ocurridas destaca el percance que, según estas fuentes, se produjo días antes del repliegue de las tropas, cuando "saliendo del campamento" un camión dotado de un aljibe con capacidad para 10.000 litros de agua volcó y dio "varias vueltas de campana" al ceder el terreno por el que circulaba.

Afortunadamente la militar que conducía "tuvo reflejos y se bajó a tiempo" al notar un movimiento extraño. Previamente el acompañante se había apeado también para guiar la trayectoria. Los barrizales que se formaron con las primeras lluvias contribuyeron a dificultar la conducción de los vehículos militares.

Otro de los sucesos en los que tuvo que participar la Brilat fue en auxilio de los ocupantes de un microbús que se precipitó por un barranco. En el accidente murieron 27 civiles, según fuentes militares. Los efectivos españoles dieron aviso a los servicios médicos y ayudaron a sacar tanto a los supervivientes como a los fallecidos del siniestro, entre los que había niños.

RECONSTRUCCION

En el balance positivo de la misión desarrollada en la población de Arja, a 15 kilómetros de Bagh, los militares de la unidad de ingenieros, con el apoyo de otras unidades, contribuyeron a reconstruir un hospital que había quedado destruido, así como colegios y viviendas para la población. También se mejoró la seguridad de numerosas carreteras construyendo muros de contención, en una zona que soportaba mucho tráfico de vehículos debido a la cercanía de los puestos de reparto de ayuda humanitaria.

Otra de las tareas desempeñadas consistió en la instalación de una potabilizadora en el río que atravesaba Arja, donde embolsaban agua potable en bolsas con capacidad para un litro que se repartían a las personas refugiadas en los campamentos.

En cuanto a la seguridad de los propios efectivos de Figueirido, "desde la llegada no hubo noticia de ningún saqueo". El ejército pakistaní se ocupaba de velar por la seguridad del contingente español "y dispersaban a la gente que se acercaba", señala uno de los militares consultados por Europa Press. No obstante, la relación de los soldados de la Brilat con la población fue "como en todas las misiones, muy buena".

Los militares del acuartelamiento pontevedrés compartieron base con soldados polacos, italianos y lituanos que también han abandonado la región de Cachemira. Fuentes de la Brilat consideran que "harían falta diez o quince años" para completar la recuperación de la zona, a la que se refieren como "un mundo aparte" por la precariedad de las construcciones, pero se sienten "orgullosos" de haber participado en la que fue "primera misión de respuesta solidaria de la OTAN".