Una mujer de Pontevedra retira, sin explicaciones, durante un juicio la acusación de violación contra su marido

Actualizado: jueves, 28 febrero 2008 17:06

Piden tres años prisión para un arousano acusado de maltratar a su hermana y sobrina

PONTEVEDRA, 28 Feb. (EUROPA PRESS) -

Una pontevedresa que en septiembre de 2004 denunció a su marido por violación retiró hoy durante la celebración del juicio en la Audiencia Provincial de Pontevedra, sin ningún otro tipo de explicación, la acusación.

Este anuncio sorprendió al fiscal que, aunque mantuvo la acusación inicial, reconoció que esta circunstancia y el hecho de que durante el juicio la mujer se negó a declarar, lo dejó "sin elementos suficientes" para una imputación por violación o agresión sexual.

"Al no declarar la principal testigo de cargo, la acusación queda sin sustento probatorio", señaló el Ministerio Público, que basaba la principal acusación en un delito de violación por el que solicitó ocho años de prisión.

Por contra, el fiscal consideró plenamente probado que Antonio L.S. maltrató reiteradamente a su esposa, de la que en la actualidad está divorciado.

El propio acusado admitió que estando aún casados discutían con mucha frecuencia, porque él se gastaba mucho dinero en las máquinas tragaperras y que, como los dos tienen "mucho carácter" en esas discusiones, "saltaban chispas".

Tras asegurar que nunca la violó ni lo intentó, admitió que, con frecuencia, la insultó y amenazó y reconoció también que, en alguna ocasión, llegaron a forcejear, lo que en su opinión explicaría porqué la mujer tenía magulladuras en la cara, el pecho y los brazos.

No obstante, la Fiscalía en este caso alegó que el acusado de los hechos "miente" y aseguró que hubo delito de maltrato familiar habitual.

MALTRATO.

Por otra parte, en otra sala de la Audiencia pontevedresa fue juzgado también hoy el arousano Francisco B.A. por otra denuncia de maltrato en el ámbito familiar.

En este caso fueron su hermana y su sobrina, la hija de ésta, quienes lo acusaron de haber sido agredidas en el transcurso de una discusión, porque el procesado recriminó a la sobrina que no trataba a la abuela, enferma de Alzheimer, de una forma adecuada.

Aunque con alguna contradicción respecto a la forma en que fueron agredidas y como se defendieron, madre e hija mantuvieron contra el hermano y tío, respectivamente, una acusación de lesiones.

Dado que el procesado ya resarció a sus familiares con el abono de una indemnización de 1.300 euros, sobre todo a la sobrina, a quien de un codazo rompió dos dientes, el fiscal tuvo en cuenta la atenuante de "reparación del daño". Así rebajó la inicial petición de condena y solicitó la pena de tres años de prisión.